El Producto Interno Bruto (PIB) de Argentina ha caído un 0,7% en lo que va de 2021, lo que, además de las bajas en 2018, 2019 y 2020, ha llevado a la economía del país a mínimos históricos.
Según datos recientes, mayo registró una contracción del 2% en comparación con los niveles de abril. Pero los analistas creen que la situación ha llegado a su piso y pronto se producirá un repunte, impulsado por un aumento en la tasa de vacunaciones anticoronavirus.
Sin embargo y de momento, en lugar de recuperar lo perdido durante 2020, la contracción económica iniciada en 2018 bajo el entonces presidente Mauricio Macri sigue dominando la escena durante la segunda ola de contagios de covid-19 y las consiguientes restricciones como principal explicación.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) de Argentina reportó una caída del 2% con respecto a abril y fue la segunda baja consecutiva, en línea con las medidas anticontagio y su impacto en la producción y el consumo.
Un informe de la consultora PxQ publicado esta semana ha subrayado que “los sectores tanto del lado de la oferta como del lado de la demanda se vieron afectados, pero es este último el que se llevó la peor parte. Las ventas minoristas encuestadas por CAME cayeron un 27% en mayo de 2021 a partir de mayo de 2019, la mayor distancia de los niveles prepandémicos que tuvo el indicador desde la primera ola”.
Los datos publicados por Indec sobre la comparación interanual de mayo tienen poco valor ya que comparan cifras actuales con las de los puntos más bajos de la historia al final del primer brote de coronavirus. Por tanto, hablar de una mejora del 13,6% significa muy poco.
Los números del Informe de movilidad de junio reportados por Google muestran que el consumo puede haber comenzado a recuperarse y, a la luz de los avances en vacunación, se espera que el segundo semestre traiga alguna forma de recuperación, al menos hasta después de las elecciones, cuando nuevos ajustes serán necesarios.
La consultora Ecolatina ha señalado que mayo-junio de 2021 debe haber sido el piso del nivel de actividad de 2021 y se espera que la demanda y la producción se recuperen a partir de julio, ya que los salarios comienzan a reducir su brecha con la inflación.
Un estudio de los investigadores ACM ha dicho que “mirando hacia los próximos meses, esperamos que mayo sea la parte inferior en el reinicio de la disminución de la actividad asociada con la segunda ola. A diferencia de la primera ola, esperamos que la recuperación sea menos heterogénea como resultado del mayor grado de certeza que viene con la campaña de vacunación”.
Los hallazgos de ACM coinciden con los de PxQ: “En junio, con la disminución de casos y el avance en la campaña de vacunación, se recuperó la movilidad, los primeros datos del mes [de julio] sugieren que esto condujo a una mejora en la actividad, aunque el ritmo heterogéneo antes de que la segunda ola parezca estar aguantando”.
En cualquier caso, la actividad económica de mayo fue inferior a la de diciembre de 2020, con la tendencia a la baja ya perceptible en abril.
Las proyecciones de Ecolatina prevén una mejora cercana al 7% para fines de 2021, lo que coincide con los cálculos del gobierno, mientras que la Encuesta de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central la fija en 6.4%.
Sin embargo, el Nadin Argañaraz, Director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) explicó que la situación actual es mucho peor que en 2019: “En el mismo mes de 2020, la actividad económica ya se vio afectada por la pandemia y las medidas restrictivas aplicadas. Por ello, también conviene compararlo con mayo de 2019. La EMAE de mayo está un 9,1% por debajo de 2019 y un 13,6% por encima de 2020”, puntualizó.
De las cinco actividades consideradas, se puede apreciar que la más afectada a los dos años son Hoteles y Restaurantes (57% por debajo de 2019 y 54,3% por encima de 2020) seguida de Construcción (23,9% por debajo de 2019 y 52,1% por encima de 2020); Comercio e Industria industria manufacturera está un 3% por debajo del mismo mes de 2019, agregó.
Por otro lado, los analistas del Ministerio de Economía celebraron la mejora interanual de mayo y también destacaron que, en los primeros cinco meses del año, la actividad superó los primeros cinco meses de 2020: “La economía creció un 13,6% interanual. 14 de los 15 sectores encuestados crecieron. En lo que va del año, la actividad acumula un repunte del 9,5% interanual, a pesar de la variación mensual de mayo del -2% en otras actividades de servicios, [como] hoteles, restaurantes y construcción.
Pero Argentina sigue estando entre los países de la región que menos Inversión Extranjera Directa (IED) reciben en proporción a su PIB, con solo un 1,1 por ciento, según cifras de Naciones Unidas, lo que iguala el desempeño del país con el de Ecuador, mientras que Perú, uno de los más afectados por la pandemia, vio caer su IED del 3,5% del PIB al 0,5% del PIB.
Todos los países de la región, excepto Uruguay y Ecuador, han registrado una caída en las IED recibidas durante 2020: Chile (de 4,5% a 3,3%), Colombia (de 4,4% a 2,8%), Brasil (de 3,5% a 1,7%), Argentina del 1,5% al 1,1% del PIB. Si bien la caída de Argentina es menor que la de otras naciones, también es cierto que provino de una base menor. En otras palabras, a la Argentina le queda muy poco que perder en términos de IED, independientemente de la existencia de una pandemia.
La escasa competitividad de Argentina explica estas cifras, al ahuyentar posibles inversiones en lugar de atraerlas. Y la competitividad no depende únicamente del tipo de cambio. Hay muchos otros factores en juego, tales como la presión fiscal, el gasto público, los litigios laborales, la burocracia y la corrupción.
Para que la IED vuelva a crecer en Argentina es necesario recuperar competitividad, según analistas. Argentina está estancada desde 2011 y necesita discutir con madurez cómo llevar a cabo las reformas estructurales.
Un informe reciente del Banco Mundial compilado con datos del Indec reveló que casi 2 millones de argentinos dejaron de pertenecer a la clase media el año pasado. De las alrededor de 14,700,000 personas de clase media en el país, 1,700,000 han caído fuera de esa categoría; del 51% de la población al 45%.