La directora de Migraciones de Argentina, Florencia Carignano, dijo este lunes que se estaba considerando la reapertura de las fronteras con países vecinos para cuando la vacunación haya llegado a un determinado número de personas que no especificó.
En cuanto lleguemos a cierto porcentaje de la población vacunada, nos abriremos. Por supuesto, con todos los cuidados que se están tomando en el mundo, explicó Carignano.
La funcionaria también admitió que se están realizando pruebas piloto con Uruguay, con ciudades que tienen una vida en común. Agregó que “tenemos mucho diálogo entre migración y los ministerios de salud de ambos países”.
Pero respecto al país más grande del continente, Carignano señaló que “Brasil nos ha perjudicado a todos con su descuido a la población en general y nos ha complicado la situación a quienes tenemos frontera con ellos”.
Insistió en que “lo que hacemos en las fronteras es cuidar a la gente” y la principal preocupación del Gobierno argentino era evitar que el número de casos creciera e impedir o retrasar el mayor tiempo posible la llegada completa de la variante Delta del coronavirus al país.
Carignano también explicó que las restricciones a los vuelos desde el exterior eran en beneficio del pueblo en el contexto de una pandemia. Asimismo, señaló que la semana pasada se detectaron en el país dos casos de la variante Delta, uno pasajero llegado desde Estados Unidos y el otro desde Venezuela.
“Ninguno de ellos fue detectado por la PCR, ni el antígeno”, dijo Carignano. “Uno de ellos comenzó a sentir síntomas a los tres días, pero para entonces ya había estado en contacto con su padre [a quien] contagió y ahora está hospitalizado con neumonía.
Ante este riesgo, Carignano insistió en que la única salida es la vacunación y pronosticó que, en cuanto a aperturas, todo será posible cuando exista un mayor porcentaje de población vacunada.
Carignano se preguntó además durante una entrevista radial si la creencia era que el gobierno tomaba las medidas para molestar a la gente porque no tenemos nada más que hacer.
Agregó que el tope de 600 pasajeros aéreos internacionales diarios no era algo exclusivo de Argentina y que “en Australia, por ejemplo, solo pueden ingresar 450 personas al día”.
En la emergencia sanitaria, todas las medidas son desagradables y las toman todos los países del mundo, argumentó. ¿Cómo espera que los países se mantengan estáticos con respecto a las reglas cuando todos los días nos despertamos con una nueva variante?
También dijo que el gobierno nacional se mostró muy optimista con la tasa actual de vacunación y previó que para septiembre u octubre será posible tener un poco más de vida normal, con vida social y fronteras abiertas”.