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Frigorífico uruguayo puede reanudar envíos a China tras incidente de etiquetado en abril

Viernes, 2 de julio de 2021 - 09:26 UTC
El Canciller Bustillo jugó un papel decisivo en el levantamiento de las sanciones El Canciller Bustillo jugó un papel decisivo en el levantamiento de las sanciones

La planta procesadora de carne uruguaya BPU recibió autorización para reanudar las exportaciones a China a partir del 1 de julio después de que fuera sancionada el 9 de abril debido a un envío mal etiquetado, se anunció el jueves.

El levantamiento de las prohibición supuso un alivio para BPU, que destina el 70% de su producción a ese mercado.

Las ventas de BPU a China habían sido suspendidas el 9 de abril, cuando el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca encontró un error en el etiquetado de las cajas, lo que provocó el despido de dos funcionarios y de alguna manera contribuyó a la destitución del ministro de Ganadería, Carlos Uriarte, a principios de esta semana.

El canciller Francisco Bustillo hizo el anuncio este jueves en lo que consideró como un ejemplo de las buenas relaciones entre Uruguay y China, ya que normalmente se necesitan seis meses para levantar una suspensión de este tipo y en este caso se logró en solo dos meses y medio.

Dado que BPU puede comenzar a operar de inmediato, 810 empleados de la empresa pueden regresar a sus trabajos y otras 6,000 personas involucradas indirectamente en la cadena productiva ahora pueden recuperar sus medios de vida.

Bustillo se reunió el 29 de junio con el embajador de China en Montevideo, Wang Gang, para tratar este tema, luego de visitar el día anterior las instalaciones de BPU en el departamento (provincia) de Durazno, donde sostuvo conversaciones con gerentes de la planta y líderes sindicales.

El presidente uruguayo Luis Lacalle Pou el domingo había destituido a Uriarte y nombrado al titular del Instituto Nacional de la Carne, Fernando Mattos, en su reemplazo.

El liderazgo de Uriarte en el Ministerio se había visto mellado por el incidente de rotulación por el que habían sido despedidos dos de sus colaboradores más cercanos: los veterinarios Eduardo Barre, director de la Dirección General de Sanidad Animal, y Gustavo Rossi, encargado de la Dirección de la División de Industria Animal.