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Chile tiene nueva ley migratoria luego de ocho años en el Congreso

Lunes, 12 de abril de 2021 - 09:52 UTC
Piñera acogió con beneplácito la nueva ley para combatir la inmigración ilegal y apoyar la inmigración legal. Piñera acogió con beneplácito la nueva ley para combatir la inmigración ilegal y apoyar la inmigración legal.
Migrantes venezolanos suben a un avión de la Fuerza Aérea Chilena mientras son deportados tras cruzar ilegalmente la frontera entre Bolivia y Chile. (Foto: IGNACIO MUNOZ / AFP) Migrantes venezolanos suben a un avión de la Fuerza Aérea Chilena mientras son deportados tras cruzar ilegalmente la frontera entre Bolivia y Chile. (Foto: IGNACIO MUNOZ / AFP)

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, promulgó el domingo la nueva ley de migraciones que estuvo ocho años en el Congreso antes de ser aprobada.

Bajo el lema “poner nuestra casa en orden”, la nueva norma reemplaza una de las leyes migratorias más antiguas de América Latina, aprobada en 1975 durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), cuando el régimen militar buscaba restringir el ingreso de migrantes.

Sin embargo, la nueva ley no se libró de críticas, ya que se percibe que busca una mayor “rigidez” en la frontera y agiliza las deportaciones.

“El objetivo es poner nuestra casa en orden a través de una política ordenada, segura y regular que permita la inmigración legal y combata la inmigración ilegal”, dijo Piñera.

La nueva ley, ingresada en 2013 en el Parlamento por el propio Piñera durante su primer mandato presidencial (2010-2014) facilita las deportaciones y requiere la obtención de una visa en el país de origen para evitar que los extranjeros ingresen como turistas y cambien su estatus migratorio después de su llegada.

La norma fue aprobada el pasado mes de diciembre. Pero en enero, un grupo de diputados de izquierda presentó un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, el cual objetó seis artículos, entre ellos uno que preveía la detención de 72 horas en espera de la deportación y otros que establecían las condiciones para el regreso de niños y adolescentes a su país de origen.

Inicialmente, la norma establecía que los menores “no acompañados” podían “ser sometidos a un procedimiento de retorno asistido al país del que son nacionales”, pero esto fue rechazado por el tribunal.

Si bien para el oficialismo esta nueva regulación es la forma de enfrentar el creciente fenómeno migratorio, la oposición estima que el endurecimiento de las fronteras conducirá a un aumento de migrantes que crucen por caminos no autorizados. “Esta ley representa un cierre de posibilidades para los trabajadores migrantes y va en contra del avance de los acuerdos bilaterales en la región”, dijo Rodolfo Noriega, secretario general de la Coordinadora Nacional de Inmigrantes en Chile.

La inmigración ilegal a través de la frontera boliviana ha ido en aumento, particularmente en febrero y marzo, lo que provocó enfrentamientos con las autoridades de salud en reclamos de atención médica y remedios para el covid-19, en los que se produjeron cinco muertes.

El Gobierno del presidente Piñera ha convocado a las Fuerzas Armadas para combatir a los “coyotes” que contrabandean personas a Chile, un país que sigue siendo atractivo a la luz de su estabilidad política y económica.

Hay alrededor de 1,4 millones de inmigrantes en Chile, es decir, alrededor del 7% de la población del país. Los venezolanos constituyen la mayor parte de ellos, seguidos por los peruanos, haitianos y colombianos.