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Falklands: cambio climático y lluvias erráticas según experiencia del principal productor intensivo

Martes, 16 de marzo de 2021 - 08:20 UTC
El productor Tim Miller y sus invernáculos que proveen a las Islas de legumbres frescas varios meses al mes. El productor Tim Miller y sus invernáculos que proveen a las Islas de legumbres frescas varios meses al mes.

El cambio climático y lo errático de la intensidad de las lluvias en las Islas Falkland ha sido motivo de consideración en estas semanas, dada la reiteración de episodios de sequías o de falta de suficiente precipitaciones.

Al respecto Tim Miller, titular de los invernáculos de la capital Stanley que provee un importante porcentaje de las verduras frescas a las Islas e igualmente a cruceros y pesqueros (lechugas, tomates, pepinos, morrones, berenjenas, etc.), también contribuyó brindando su experiencia personal de décadas en una carta publicada en el semanario Penguin News.

”Durante los últimos treinta años, en predios adjuntos a los invernáculos, donde también se realizan cultivos (a cielo abierto comúnmente papas) hemos experimentado una severa condición de secano y por tanto una reducción en la profundidad de la tierra cultivable en dichos terrenos que son de turba. El primer trabajo fue el de erigir rompe-vientos y cinturones de protección para las plantas previo al inicio del laboreo de la tierra. Basta pararse en el nivel original del terreno, junto a los refugios, y en la actualidad se debe bajar un escalón de entre de seis a diez pulgadas al nivel del terreno cultivado“, explicó Tim Miller.

”Más allá de los cinturones de refugio, la contracción del suelo es aún más pronunciado donde el viento ha acelerado el proceso de pérdida de humedad por evaporación. Como resultado de ello el nivel de la turba se torna más bajo por lo secano, a la vez que se le suma una notoria reducción en el nivel de precipitaciones entre octubre y marzo, los meses críticos para la plantación y desarrollo de las cosechas“.

”Y hoy en día cuando llueve es a menudo muy fuerte y sobre terrenos secos, por tanto con excesivo escurrimiento del agua y poca humedad que impregne y se retenga. Lejos en el tiempo están las temporadas de veranos “promedio” que recuerdo de hace treinta años! Contamos con cierto suministro de agua del sistema potable para irrigar, pero no es ni cerca de lo que necesitamos, y además muy caro como para justificarlo, y hasta podría quizá ocasionar escasez de agua para Stanley en veranos muy secos. En efecto, para irrigar unas diez acres se necesitan entre 10,000 y 12,000 toneladas de agua y a un costo de £25,000 tan solo por la factura en el verano”, concluye Tim Miller.