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Dublín firme: el Protocolo de Irlanda del Norte no se toca ni se modifica

Viernes, 5 de febrero de 2021 - 22:37 UTC
A partir del 1 de enero, las mercancías que cruzan el mar entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte deben someterse a controles aduaneros. (Foto AFP) A partir del 1 de enero, las mercancías que cruzan el mar entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte deben someterse a controles aduaneros. (Foto AFP)
En un intento por amortiguar el problema, Boris Johnson propuso que el periodo de transición para transporte de mercaderías durase hasta el 1 de enero de 2023. En un intento por amortiguar el problema, Boris Johnson propuso que el periodo de transición para transporte de mercaderías durase hasta el 1 de enero de 2023.
El ministro de Exteriores de Irlanda, Simon Coveney, admitió problemas pero aseguró que el protocolo “no se va a cambiar” El ministro de Exteriores de Irlanda, Simon Coveney, admitió problemas pero aseguró que el protocolo “no se va a cambiar”

El Gobierno de Irlanda descartó reformar el protocolo sobre Irlanda del Norte, incluido en el acuerdo por el Brexit. Lo hizo en medio de las crecientes tensiones por una posible fuga de vacunas contra el coronavirus y las demoras en los controles aduaneros en los puertos de esa provincia británica.

A partir del 1 de enero, cuando entró en vigencia el nuevo régimen tras la retirada del Reino Unido de la Unión Europea (UE), las mercancías que cruzan el mar entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte deben someterse a controles aduaneros.

Esto se debe a que Irlanda del Norte sigue formando parte del mercado único europeo para evitar reinstaurar una frontera con la vecina República de Irlanda -país miembro de la Unión Europea- que amenace la frágil paz entre unionistas protestantes y republicanos católicos, alcanzada en 1998 después de tres décadas de un conflicto sangriento.

Ante el temor a una fuga de vacunas contra el Covid-19, la semana pasada la UE revocó el protocolo, aunque finalmente el bloque dio marcha atrás.

Los controles entorpecen además la llegada de medicamentos y alimentos, en un momento en el que los supermercados norirlandeses ya se vieron afectados por la escasez que generan los nuevos obstáculos burocráticos en la aduana.

En un intento por amortiguar esta situación, el Gobierno de Boris Johnson propuso el miércoles que el periodo de transición para el transporte de mercaderías durase hasta el 1 de enero de 2023.

El ministro de Exteriores de Irlanda, Simon Coveney, admitió el jueves que puede haber problemas con la aplicación del acuerdo, pero consideró que contiene “flexibilidades” que permitirían, a su juicio, corregir las controversias que vayan surgiendo.

En declaraciones a la cadena británica BBC, el funcionario aseguró que el protocolo “no se va a cambiar” y sostuvo que las declaraciones de Johnson sobre una posible suspensión crearon más tensión.

Esta misma semana, un serie de pintadas con amenazas ya obligaron a suspender temporalmente los controles en los puertos de Belfast y Larne. Tanto el Gobierno británico como la Comisión Europea condenaron las amenazas y se comprometieron a acercar posturas la próxima semana con una nueva reunión.