El pasado 14 de enero en carta dirigida al Secretario General de Naciones Unidas, el Representante Permanente del Reino Unido ante la ONU, Bárbara Woodward siguiendo instrucciones precisas del gobierno británico, se refirió a la carta que a su vez enviara, a principios de enero, el Representante Permanente de Argentina ante ONU al mismo destinatario, Antonio Guterres.
Estaría muy agradecida si Ud. pudiera hacer circular la presente carta, y su anexo como documento de la Asamblea General, bajo el item 46, afirmó Bárbara Woodward.
A continuación, en traducción no oficial, el Anexo a la carta del 14 de enero próximo pasado del Representante Permanente del Reino Unido, dirigida al Secretario General de Naciones Unidas:
El Reino Unido tiene muy claro sus posiciones históricas y legales respecto a la soberanía de las Islas Falkland. Ninguna población civil fue expulsada de las Islas Falkland el 3 de enero de 1833. Un destacamento miliar argentino había sido enviado a las Islas Falkland tres meses antes en un intento por imponer soberanía argentina sobre un Territorio soberano Británico. El Reino Unido inmediatamente protestó y luego expulsó el destacamento militar argentino el 3 de enero de 1833.
La población civil que previamente había procurado y recibido permiso británico para residir en las Islas, fueron alentados a permanecer. La mayoría voluntariamente así optaron por hacerlo. En 1833, las fronteras territoriales de la República Argentina no incluían la mitad geográfica del sur de su actual conformación, ni ningún territorio en las Islas Falkland, Antártica o de las Islas de Georgia del Sur y Sandwich del Sur.
Las tierras que ahora conforman a la provincia argentina de Tierra del Fuego, desde las cuales la República Argentina supuestamente reclama que las Islas Falkland forman parte, no eran siquiera parte de la República Argentina, hasta aproximadamente medio siglo después de 1833, y para entonces la actual población de las Islas Falkland ya habían vivido y visto crecer a dos generaciones.
La soberanía británica sobre las Islas Falkland se remonta a 1765, algunos años previo a que existiera la propia República Argentina.
La relación del Reino Unido con las Islas Falkland, y todos sus Territorios de Ultramar, es una relación moderna basada en la asociación, valores compartidos y el derecho del pueblo de cada Territorio a determinar su propio futuro.
El gobierno del Reino Unido le asigna gran importancia al principio y al derecho a la libre determinación tal cual están dispuestos en el Artículo 1.2 de la Carta de Naciones Unidas y el Artículo 1 de la Convención Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos, respectivamente.
Como tal el Reino Unido permanece comprometido a la defensa de los derechos del pueblo de las Falklands a determinar su propio futuro político, social y económico.
El Reino Unido rechaza la afirmación del gobierno argentino que estos desarrollos son contrarios a la Resolución 31/49 de la Asamblea General y reitera su inequívoco respaldo al derecho de los Isleños a desarrollar sus recursos naturales para beneficio económico propio. El Derecho argentino, incluyendo las tres leyes aprobadas en 2020, no tienen aplicación en las Islas Falkland.
La República Argentina regularmente se refiere a declaraciones regionales de apoyo diplomático a las negociaciones por la soberanía, incluyendo resoluciones de Naciones Unidas. Sin embargo ninguna de estas modifican o diluyen la obligación de los Estados de respetar el principio vinculante de la libre determinación. Esto significa que no puede haber diálogo sobre la soberanía a menos que así lo deseen los habitantes de las Islas Falkland.
El referendo de 2013 en el cual el 99,8% de todos quienes votaron se volcaron por mantener el actual estatus como Territorio del Reino Unido, envió un claro mensaje que el pueblo de las Islas Falkland no quieren un diálogo sobre la soberanía.
Adicionalmente el gobierno de Argentina se refiere regularmente a la presencia militar en las Islas Falkland. Las fuerzas del Reino Unido en el Atlántico Sur son enteramente defensivas, y al nivel apropiado para asegurar la defensa de las Islas Falkland contra cualquier potencial amenaza. De hecho la presencia militar del Reino Unido ha sido significativamente reducida a lo largo del tiempo. El Reino Unido continúa a tener el nivel de sus fuerzas en las Islas bajo permanente revisión.
El gobierno del Reino Unido y el gobierno de las Islas Falkland permanecen abiertos a discutir áreas de mutuo interés en el Atlántico Sur, con la pre condición que representantes del gobierno de las Islas Falkland deben participar de cualquier discusión sobre temas que afecten directamente al pueblo de las Islas Falkland”.