La nueva secretaria estadounidense de Comercio, que fue interrogada en el Senado con vistas a su confirmación, manifestó su intención de mantenerse firme e incluso agresiva con China y lamentó las prácticas desleales del gigante asiático.
Gina Raimondo, primera gobernadora de Rhode Island, declaró que China ha tenido claramente un comportamiento anti-competencia, como en el caso del sector del acero y del aluminio, que perjudicó a los trabajadores estadounidenses.
En consecuencia, si soy confirmada, preveo ser muy agresiva, ayudar a los estadounidenses a luchar contra las prácticas desleales de China, prometió. No obstante, ha avalado la posición del presidente Joe Biden que prefiere que Estados Unidos no cabalgue en solitario y consultaría a sus aliados para restablecer un comercio justo con Beijing.
Aunque congresistas republicanos y demócratas han señalado que algunas empresas chinas representan un riesgo para la seguridad nacional, Raimondo no se ha comprometido a mantener al gigante Huawei y a otras empresas chinas en la lista negra estadounidense. Simplemente, ha prometido utilizar los poderes de su departamento de Comercio para proteger a los estadounidenses y nuestra red contra las interferencias chinas.
Con la gobierno de Donald Trump, el departamento de Comercio, dirigido por Wilbur Ross, había recurrido frecuentemente a las prerrogativas para tomar medidas enérgicas contra las empresas tecnológicas chinas, sospechosas de espionaje industrial o de comprometer la seguridad nacional de Estados Unidos.
En este sentido, amplió la lista de empresas que no pueden comerciar con empresas estadounidenses sin una licencia previa, con gigantes de las telecomunicaciones como Huawei y ZTE. En diciembre, unas semanas antes de abandonar la Casa Blanca, la administración de Trump agregó al fabricante chino de tarjetas informáticas Smic, limitando el acceso de la empresa a las tecnologías de alta gama estadounidenses debido a sus supuesto vínculo con el ejército chino.