La firma Ford revisará alrededor de tres millones de vehículos en Estados Unidos y Canadá que equipaban airbags defectuosos del fabricante Takata, lo que tendrá un coste para la compañía de Michigan de 610 millones de dólares.
Según un documento remitido a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), aproximadamente 2,7 millones de vehículos estarían afectados en Estados Unidos y unas 300.000 unidades en Canadá y en otras regiones.
Los vehículos afectados por esta campaña de revisión fueron producidos entre los años 2006 y 2012 y entre ellos se encuentran los Ford Ranger, Fusion, Edge, los Lincoln MKZ/Zephyr, MKX y el Mercury Milan. Esta partida extraordinaria comunicada por la compañía a la SEC se publica después de que la Administración Nacional de Seguridad en el Tráfico por Carretera de Estados Unidos (NHTSA, por sus siglas en inglés) obligase a la compañía a revisar dichos automóviles.
Sin embargo, el fabricante ya reportó 610 millones de dólares como un gasto extraordinario en sus resultados del cuarto trimestre de 2020, lo que, según ha asegurado la empresa, no afectará a su beneficio operativo ajustado.
Fue en 2008 cuando se detectaron fallos en el sistema de inflado de los airbags de la marca Takata, que han sido relacionados con al menos 16 muertes en todo el mundo, incluyendo 12 casos en Estados Unidos, debido a que dichos componentes podrían explotar con una potencia excesiva, dispersando piezas de metal dentro de los vehículos.
Hay que recordar que Takata se declaró en quiebra en el año 2017 tras una profunda crisis provocada por sus airbags defectuosos que, en ese momento, ya generaban una ola de acusaciones y denuncias.