La ministra principal escocesa y líder del Partido Nacional Escocés (SNP), Nicola Sturgeon, defendió este domingo la intención de su partido de impulsar un nuevo referendo independencia en Escocia si ganan las elecciones de mayo y a pesar de la oposición del primer ministro británico, Boris Johnson, al que calificó de animalillo miedoso y cobarde.
Cuando escucho a Boris Johnson hablar de esto me recuerda el poema de Burns: animalillo miedoso y cobarde, qué pánico está en ti, animalillo, declaró Sturgeon, entrevistada hoy en la cadena de noticias británica BBC, en alusión al poeta escocés Robert Burns, cuyo aniversario de nacimiento se celebrará este lunes.
Sturgeon prometió que, de ganar las elecciones para renovar el Parlamento local, impulsará un nuevo referendo consultivo para decidir si deben independizarse del Reino Unido, pese a que legalmente el único que puede convocar a una consulta popular es el premier británico.
Quiero tener un referendo legal, esa es lo que voy a buscar en mayo, la autoridad del pueblo escocés y, si me la otorgan, entonces lo que pretendo hacer es tener un referendo legal para darle a las personas el derecho a elegir. Eso es la democracia. No se trata de lo que yo o Boris Johnson quieran, sentenció la actual líder del Gobierno escocés.
Sturgeon aseguró que el premier británico tiene miedo de la democracia: las encuestas apuntan a una mayoría que quiere la independencia de Escocia, Johnson tiene miedo del veredicto de la voluntad del pueblo escocés, ha remachado.
Según un sondeo publicado por el diario británico Sunday Times, el 52% de los escoceses apoyan la independencia, en tanto que un 58% del electorado apoya al SPN.
El sábado el SNP presentó una hoja de ruta para la celebración de un nuevo referendo de independencia que se convocaría tras la pandemia de forma legal, es decir, con el beneplácito de Londres, y que tiene como hito clave una victoria de las fuerzas independentistas en las elecciones regionales prevista para el 6 de mayo.
El SNP consideró este domingo que el Gobierno británico, radicalmente opuesto a un nuevo referendo, tiene tres opciones: aceptar que el Parlamento escocés tiene competencia para convocar el referéndum conforme a la Ley de Escocia de 1998, dar su autorización activa para la votación o la convocatoria del referendo en los tribunales.
El 18 de septiembre de 2014 los residentes en Escocia votaron por 55 a 45% a favor de la permanencia en Reino Unido.
El argumento central de los que apoyaban quedarse bajo la corona británica era que una ruptura significaría salir de la Unión Europea, una advertencia que las autoridades del bloque profundizaron aún más al asegurar que una Escocia independiente tardaría en convertirse en miembro.
El 'No' ganó en las urnas, pero solo dos años después, el país en su conjunto votó a favor del Brexit -en Escocia el resultado fue el contrario- y hoy Reino Unido ya está completamente afuera de la UE.
Por eso, Sturgeon hace tiempo que reclama un nuevo referendo independentista para decidir sobre el futuro de la región, ahora fuera de la UE.