Luego de saludar a su gabinete, este martes el mandatario venezolano Nicolás Maduro le dijo “hemos vuelto” al órgano legislativo al que no asistió en 4 años, periodo en el cual la oposición controlaba la Asamblea Nacional. En sesión especial de un parlamento ahora controlado por el chavismo, Maduro ofreció la memoria y cuenta correspondiente al 2020. Entre las cifras que dio durante su discurso destacan los indicadores de pobreza manejados por el Estado: 4% de pobreza extrema y 17% de pobreza “en general”.
Estos datos contrastan con los ofrecidos por la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) en julio de 2020, que ubican la pobreza extrema en 79,3% (más de 22 millones de personas) y a la pobreza por ingreso en 96,2%. Este estudio es elaborado por un grupo de profesionales de Universidad Católica Andrés Bello de Caracas y avalado por la Asamblea Nacional opositora presidida por Juan Guaidó, aún reconocida por decenas de países.
La Asamblea Nacional a la que se presentó Maduro este 12 de enero, compuesta en un 92,4% de representantes del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela, no es reconocida por parte de la comunidad internacional. La Unión Europea, así como la mayor parte de los países occidentales, no reconocieron los resultados de las elecciones legislativas del pasado 6 de diciembre, en las que no participaron los 27 partidos opositores tenían representación parlamentaria desde 2016.
Los partidos que conforman el grueso de la oposición venezolana, anunciaron en agosto de 2020 un acuerdo para no presentarse en las elecciones legislativas promovidas desde el chavismo por considerarlas un “fraude”.
En un documento firmado por todos ellos se resalta que ya se agotaron todos los esfuerzos locales e internacionales para lograr un proceso justo. La dictadura chavista acabó con la posibilidad de tener cualquier tipo de elección libre y competitiva, denunciaron.
La última vez que Maduro se presentó ante el parlamento para rendir cuentas de su gestión fue en 2016, el primer año de gestión opositora. Luego, justificó su ausencia ante este Poder porque supuestamente se encontraba en desacato.
En su discurso del martes, Maduro se valió de muchos datos e informaciones engañosas y de las que poco se sabía oficialmente. Se autoelogió por la respuesta de su gobierno a la pandemia del COVID-19 a pesar de las sanciones internacionales, confesó que el país no ha pasado hasta 13 meses sin vender una gota de petróleo y que en los últimos años Venezuela sufrió una caída de 98,6% de sus ingresos en divisas, pasando de 56.000 millones a apenas 743 millones en el año 2020.
“Fuimos el primer país del mundo en ponerse el tapabocas y llamara la población en general a su uso indispensable”, dijo, además de referirse a él mismo como el primer mandatario en ponerse la mascarilla.
No obstante, esta afirmación es engañosa. Registros fotográficos muestran al mandatario chino Xi Jinping usando una mascarilla el 10 de febrero de 2020 en Beijing, donde ya se estaba luchando contra los primeros brotes de la enfermedad.