El gobierno de Venezuela anunció el miércoles que aplicará un impuesto a las transacciones en divisas que se hacen entre clientes de un mismo banco, en medio de la dolarización de facto que vive el país y la progresiva flexibilización de los controles gubernamentales sobre la economía.
Las transacciones en dólares en efectivo han aumentado en la nación miembro de la OPEP, bajo la hiperinflación que lleva tres años, por lo que desde 2019 los bancos han comenzado a guardar en sus bóvedas los billetes en moneda extranjera de algunos clientes corporativos.
Ante las regulaciones cambiarias que aún continúan, no se hacen transferencias en divisas entre los bancos, pero según firmas locales, al menos la mitad de las compras en comercios se concretan en moneda extranjera.
“Las transacciones en divisas dentro de una entidad financiera pagarán un impuesto transaccional superior al Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras de las operaciones en Bolívares”, escribió la vicepresidenta y también ministra de Finanzas, Delcy Rodríguez en su cuenta de Twitter.
“A los efectos se reformará la ley respectiva”, agregó sin ofrecer más detalles de cómo se aplicará el impuesto.
La ministra también anunció que permitirán a nuevos comercios canjear divisas por bolívares, más allá de las pocas casas de cambio que hasta ahora estaban autorizadas a concretar operaciones cambiarias bajo la supervisión del Banco Central.
La moneda local, el bolívar, se ha depreciado 43% en lo que va de este mes, cuando la inflación acumulada a octubre se ubicó en 1798% a octubre, de acuerdo con los cálculos del Parlamento, lo que ha reducido la capacidad de compra de la población que percibe salario mínimo o remuneraciones en bolívares.