El Fondo Monetario Internacional (FMI) prestó a veinte países latinoamericanos US$ 63.555 millones para afrontar los efectos del Covid-19 en sus economías desde que comenzó la pandemia en marzo pasado. La ayuda representó el 62,3% de la asistencia financiera total desembolsada por la institución para este fin.
Según los últimos datos del FMI, la mayor parte de la ayuda se ha canalizado mediante los sistemas de crédito rápido para afrontar necesidades urgentes de balanza de pagos, aunque también hay líneas de crédito flexibles para países con un buen historial económico solicitadas de forma preventiva.
Este último caso es el de Chile, el país que más recursos ha recibido del FMI desde que empezó la pandemia. El 29 de mayo de este año la institución multilateral le concedió una línea de crédito flexible (FCL por sus siglas en inglés) de US$ 23.930 millones para prevenir los efectos negativos en su economía causados por la crisis sanitaria.
El mismo mecanismo fue utilizado por Perú, que recibió el 28 de mayo pasado US$ 11.000 millones, y Colombia, al que el FMI concedió el 1 de mayo una línea de crédito de US$ 10.748 millones ante los posibles efectos económicos de la crisis de coronavirus, préstamo que aumentó el 25 de septiembre en otros US$ 6.200 millones.
El FMI ha concedido a Ecuador en total US$ 7.143 millones, US$ 643 millones mediante un mecanismo de financiación rápida para balanza de pagos (RFI por su siglas en inglés) aprobado el 1 de mayo, y US$ 6.500 millones con la extensión y sustitución de un crédito que el país ya tenía concedido en 2019.
Por volumen de fondos concedidos, a continuación figuran países cuyas economías y necesidades de balanza de pagos son más pequeñas y que han solicitado ayuda haciendo uso de mecanismos RFI, como República Dominicana, que recibió 650 millones el 29 de abril, Guatemala (US$ 594 millones), Jamaica (US$ 520 millones), Panamá (US$ 515 millones) y Costa Rica (US$ 508 millones).
Por debajo del umbral de US$ 500 millones y también acogidos a programas del tipo RFI para necesidades de balanza de pagos están El Salvador y Bolivia, con US$ 389 y US$ 327 millones, respectivamente; Paraguay, con US$ 274 millones, y Las Bahamas, US$ 250 millones.
El FMI autorizó para Honduras el 1 de junio de este año un aumento de los acuerdos del tipo stand-by (ayuda financiera a corto plazo) que tenía con el país hasta de US$ 223 millones, mientras que Haití también se beneficia desde el 17 de abril de un programa de alivio a corto plazo de balanza de pagos de US$ 111,6 millones.
Por último, con créditos inferiores a US$ 100 millones de dólares y principalmente con sistemas de crédito rápido figuran Barbados, Santa Lucía, Granada, San Vicente y las Granadinas y Dominica.
Argentina se encuentra actualmente negociando con el FMI una extensión del crédito de US$ 44.000 millones que solicitó en 2018 y no figura entre los países que han obtenido algún tipo de financiación con motivo de la crisis sanitaria del COVID-19.
Latinoamérica es la región que más asistencia financiera ha recibido.