El papel jugado por los portuarios y estibadores del puerto de Portsmouth durante los preparativos de la Fuerza de Tareas para retomar las Islas Falkland fueron reconocidos durante una ceremonia. En efecto miles de civiles ayudaron a preparar los barcos para que partieran al Atlántico Sur en 1982 tras la invasión de las Falklands por fuerzas argentinas.
Lo realmente significativo es que la base naval de Portsmouth estaba previsto sufriera serios recortes en personal y material tras la implementación de un plan de ahorros en materia de defensa, cuando fue convocada a la tarea.
Los trabajadores portuarios fueron descriptos como los héroes olvidados durante una ceremonia en la base. A horas de la invasión argentina de las Falklands en abril de 1982, la primer ministro Margaret Thatcher anunció que una Fuerza de Tareas de más de cien barcos civiles y militares se prepararían para partir desde puertos del Reino Unido.
Gran número del personal civil del puerto de Portsmouth ya estaban bajo la amenaza de despido a partir del documento sobre revisión de defensa del año anterior.
Un ex estibador recuerda que muchos ya estaban recibiendo los cedulones de despido, y de pronto nos dijeron que comenzaba el conflicto de las Falklands y se le pidió a la gente que trabajen horas extras y turnos adicionales
Todos aceptaron y trabajaron de corrido hasta setiembre, había una atmósfera y camaradería maravillosa todo el tiempo, dijo el estibador Dennis Miles.
En efecto, muchos pensaron que si se podía demostrar lo que valíamos y mostrarle al país lo que podíamos hacer en Portsmouth, entonces quizás vendría una contra orden del recorte, explicó otro ex portuario Graham Willcocks
Durante el descubrimiento de una placa dedicada a ese momento, el Comodoro Jeremy Bailey el actual comandante de la base naval de Portsmouth resaltó que la recuperación de las Falklands no hubiera sido posible sin el esfuerzo de los civiles.
Hay peligro que se conviertan en los héroes olvidados de este increíble esfuerzo marítimo nacional, agregó el comandante Bailey, al inaugurar la placa alusiva.
El conflicto culminó con la rendición de las fuerzas argentina un 14 de junio de 1982 con un saldo de 255 británicos, 650 argentinos y tres Isleños muertos.