Por segundo día consecutivo, el peso argentino no valía nada en las casas de cambio de Uruguay. El martes el peso argentino valía cero, y el miércoles se ofrecieron diez modestos centavos de peso uruguayo por la maltrecha moneda argentina.
Uruguay, que tiene un mercado de divisas libre, las cotizaciones en las casas de cambio incluyen obviamente el dólar americano, el euro, y de las dos mayores economías sudamericanas –únicos vecinos de Uruguay–, Argentina y Brasil, el peso y el real. Normalmente, los dos países vecinos son los principales socios comerciales de Uruguay detrás de China, y hay un tráfico minorista fluido, dependiendo de los precios de los productos de la cesta, a lo largo de ambas fronteras, un cíclico contrabando tolerado en ambos sentidos, aunque ahora suspendido debido a la pandemia.
El miércoles, en la pizarra del principal banco de Uruguay, que pertenece al Estado, el Banco República, se ofrecía diez centavos por cada peso argentino, y los vendía a 55 centavos.
En 2001, el volátil peso argentino equivalía a 14 pesos uruguayos, pero en 2002 bajó a 3 pesos y en 2003 subió a 10 pesos uruguayos. Sin embargo, desde entonces ha ido disminuyendo, y con pocas perspectivas de recuperación ya que la diferencia entre el cambio oficial del peso argentino en Buenos Aires está en el rango de 80 pesos, y los 160 del mercado negro. La mayoría de los analistas coinciden en que hasta que esta brecha se lleve a un nivel razonable, y la gente pueda comprar dólares, ahora en su mayoría prohibidos, la situación persistirá.
Mientras tanto, muchos uruguayos lamentan no poder viajar a la Argentina para hacer compras, -dadas las restricciones de la pandemia y el período de cuarentena obligatoria-, porque con los dólares pueden vivir como reyes.