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Argentina se abstendrá de votar al nuevo presidente del BID para “no profundizar la división en la región”

Viernes, 11 de setiembre de 2020 - 09:46 UTC
Argentina y varios países se oponen a Mauricio Claver-Carone, asesor propuesto por Trump, quien se convertiría en el primer titular del banco no de la región Argentina y varios países se oponen a Mauricio Claver-Carone, asesor propuesto por Trump, quien se convertiría en el primer titular del banco no de la región

El Gobierno de Argentina dijo el jueves que se abstendrá de votar y pidió a otros países que hagan lo mismo en la próxima elección de un nuevo presidente para la principal institución financiera de América Latina.

El país, que nominó a su propio candidato para el máximo cargo en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) un día antes, dijo que la celebración de la votación el 12 de septiembre corre el riesgo de “profundizar la división” en la región, según un comunicado oficial.

Argentina se encuentra entre varios países latinoamericanos que pidieron un aplazamiento de las elecciones luego de que el presidente estadounidense, Donald Trump, propusiera al asesor Mauricio Claver-Carone, quien se convertiría en el primer titular del banco de un país fuera de la región.

“Al manifestar esta posición e invitar al resto de los países miembros del BID a ejercer en el mismo sentido su abstención en la próxima asamblea, también nos hacemos eco de la inoportunidad de su celebración, en medio de una pandemia que no ha permitido un adecuada y reposado debate sobre el futuro del BID”, señaló el Gobierno argentino en el comunicado.

La decisión de Argentina de abstenerse subraya su oposición a Claver-Carone, conocido por su dura postura sobre Venezuela y Cuba, como presidente del BID, responsable de unos US$ 12.000 millones en financiamiento el año pasado. El banco ha sido dirigido por líderes latinoamericanos desde su creación en 1959.

Argentina, Chile, México y Costa Rica, que se habían opuesto públicamente a la fecha de las elecciones del 12 de septiembre, parecían estar cerca de tener el 25% de los votos necesarios para evitar un quórum y retrasar la votación.

Sin embargo, algunos países han admitido en privado que no obtuvieron el apoyo suficiente para impedir que se llevara a cabo la votación.