La próxima vez habrá que aumentar la fiscalización y multar. Es algo difícil porque mandamos a los fiscales a controlar, pero cuando estos se van la gente vuelve a la playa. La playa es una cuestión de concientización, explicó el intendente de Río, Marcelo Crivella.
Crivella es un pastor evangelista aliado del presidente Jair Bolsonaro que ha flexibilizado todas las actividades y que buscará la reelección en las elecciones de noviembre.
Imágenes de las célebres playas de Copacabana e Ipanema llenas provocaron un gran debate sobre cómo los brasileños están respetando las medidas para evitar los contagios, sobre todo porque en Río de Janeiro volvió a subir el promedio de casos en 11 días.
En Río, un estado de 15 millones de habitantes, ya murieron 16.027 personas.
El gobernador de Río, Wilson Witzel, del ultraderechista Partido Social Cristiano (PSC) y rival de Bolsonaro, fue separado del cargo por 180 días por sospechas de corrupción y apeló la decisión a la suprema corte.
El gobernador es la autoridad a cargo de las fuerzas policiales.
El líder del país en muertos y casos, el estado de San Pablo tuvo el fin de semana embotellamientos de tres horas para cubrir el trecho de autopista que lleva a las playas de las ciudades de Santos, Guarujá, Sao Sebastiao, Caraguatatuba y Ubatuba.
El estado de San Pablo, con 46 millones de habitantes, alcanzó los 30.000 muertos y superó a España.
El gobernador Joao Doria dijo hoy en conferencia de prensa que los intendentes son los que tienen que tomar medidas para no permitir que la gente se aglomere en las playas.
Las rutas congestionadas como en la temporada alta, como si nada estuviera ocurriendo, playas llenas con gente sin tapabocas. No hay motivo para festejar nada, hay motivo para preocuparse, dijo Doria.
En Campo Limpo Paulistsa, en el interior de San Pablo, unas 300 personas participaron de una fiesta en una quinta con piscina, hecho que fue denunciado por los vecinos y la policía tuvo que intervenir para que termine la celebración.
San Pablo y Río nunca cerraron completamente sus estados, aunque encabezaron las cuarentenas desde el 24 de marzo, que comenzaron a flexibilizar en junio, con la apertura de bares y restaurantes.
Los restaurantes no están teniendo problemas, sí los bares, con gente en las veredas, afirmó Doria.