El Fondo Monetario Internacional pidió este martes a acreedores privados unirse al Grupo de los 20 (G-20) para aliviar la deuda de los países más pobres del mundo y recomendó seguir el camino de la reestructuración para evitar “incumplimientos desordenados”.
Una suspensión del servicio proporcionaría tiempo para una reestructuración caso por caso en países donde la sostenibilidad de la deuda necesita ser restaurada, dijo la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, en una videoconferencia con la Cámara de Comercio de Estados Unidos.
En un evento separado, el segundo de Georgieva en el FMI, Geoffrey Okamoto, dijo que el organismo está buscando formas de movilizar los activos de reserva existentes, en lugar de crear otros nuevos, para ayudar a los países a lidiar con las consecuencias económicas de la pandemia mundial.
”El Fondo está haciendo un poco de trabajo interno para descubrir cómo usar los derechos especiales de giro existentes (DEG), para replicar el impacto de crear una mayor cantidad, dijo Okamoto en una conferencia telefónica.
Una asignación de DEG propuesta de US$ 500.000 millones fue bloqueada en abril por el mayor accionista del FMI, Estados Unidos.
Si bien creo que yo y otros estaríamos interesados en una asignación general de DEG, estamos explorando todas las opciones disponibles para asegurarnos que efectivamente obtengamos el beneficio de una asignación de los DEG, pero con las existencias actuales”, dijo Okamoto.
Georgieva había dicho anteriormente que el FMI quiere encontrar formas de obtener estos derechos en los países ricos que no los necesitan para los países más pobres que sí los requieren.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, dijo en abril que la Administración Trump se opuso al plan de crear más activos de reserva porque se asignan a países en proporción a su participación de voto en el FMI, lo que significa que 70% iría a países del G20 que no necesitan la ayuda y sólo 3% a los países más pobres.