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Bolivia: arrestan ministro de salud y personal de BID por sobreprecios en compra de respiradores

Jueves, 21 de mayo de 2020 - 10:54 UTC
Marcelo Navajas fue arrestado en el marco de una investigación de una compra de 170 respiradores Marcelo Navajas fue arrestado en el marco de una investigación de una compra de 170 respiradores

En plena pandemia, Bolivia perdió su segundo ministro de Salud cuando Marcelo Navajas fue detenido y luego removido de su cargo por denuncias de un sobreprecio millonario en la compra de respiradores para enfrentar la pandemia, que se pagó con un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Navajas fue arrestado después de que fuera trasladado a dependencias policiales para declarar en el marco de una investigación de una compra de 170 respiradores, informó el director de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen, Iván Rojas

La compra de los respiradores a una empresa española, a través de intermediarios y por US$ 4,7 millones se realizó con financiamiento del BID, por lo que dos empleados del organismo internacional involucrados también fueron arrestados.

Tras conocerse el arresto de Navajas, la ministra de Comunicación, Isabel Fernández, informó que la presidenta Jeanine Áñez decidió “apartar” a Navajas del cargo de ministro, que ocupaba desde hacía apenas mes y medio.

A principio de abril, el primer ministro de Salud de Áñez, Aníbal Cruz, había renunciado “por motivos personales”, justo cuando la pandemia -que ya suma 189 muertos y casi 4.500 infectados- comenzaba a crecer en el país.

La ministra de Comunicación explicó ante la prensa que Áñez decidió apartar a todos los funcionarios que son investigados para no interferir en el proceso judicial, y pidió “celeridad” a la Justicia.

El escándalo por los presuntos sobreprecios comenzó el fin de semana pasado cuando un grupo de médicos de terapia intensiva denunció que las máquinas compradas a España no eran adecuadas para las unidades de los hospitales bolivianos.

Luego, dirigentes opositores denunciaron ante la prensa que el gobierno había pagado enormes sobreprecios. El lunes, la Asamblea Legislativa ya había instalado una comisión parlamentaria para investigar el escándalo.

“Gracias a denuncias en redes y medios iniciamos una investigación sobre un posible caso de corrupción en la compra de los respiradores españoles”, escribió hoy en Twitter Añez.

“Pido cárcel y ordeno todo el peso de la ley contra quienes se hubieran llevado un solo peso. Cada centavo de corrupción debe ser devuelto al Estado”, agregó Áñez.

La semana pasada, la mandataria anunció en un acto público la compra de los respiradores y, desde entonces, participó de varias entregas en hospitales del país. Bolivia le compró los equipos a la empresa catalana GPA Innova a un precio unitario de 27.683 dólares. Sin embargo, luego se supo que la compañía los vende en general por entre 10.312 dólares y 11.941 dólares.

El gobierno boliviano decidió hacer esta compra directamente en España, según los primeros datos por medio de su cónsul en Barcelona, David Pareja, pese a que una empresa en Bolivia, Cosin Ltda había ofrecido importar los mismos equipos por 12.500 dólares la unidad, informó el diario local Página Siete.

Fuentes de GPA Innova explicaron que la empresa “vendió los respiradores a un exportador, a precio tarifa y a partir de ahí la responsabilidad es del exportador” y que “no tienen conocimiento del precio final de venta”, según el diario español El País.

Los respiradores no solo fueron criticados por su precio, sino también porque no eran los adecuados para las unidades de terapia intensiva de Bolivia.

En cartas y comunicados públicos, organizaciones del sector señalaron que estos aparatos no eran de terapia intensiva sino de asistencia en emergencias y, por lo tanto, resultaban inadecuados para atender a pacientes con coronavirus en la crisis provocada por la pandemia.