El gobierno británico confirmó 3.142 nuevos contagios y 170 muertos por coronavirus durante las últimas horas, lo que suma un total de 243.303 afectados, 34.636 decesos, mientras el gobierno intenta aliviar las restricciones y un sondeo muestra una baja en la confianza en la gestión del primer ministro, Boris Johnson.
La encuesta de Opinium, realizada entre el 13 y 14 de mayo y recogida por la agencia de noticias Europa Press, muestra que un 42% de los encuestados cuestiona a Johnson en su gestión de la crisis.
En tanto un 39% sostiene que el primer ministro y su gobierno trataron la crisis del coronavirus con la gravedad adecuada.
Se trata de los niveles más bajos de aceptación desde que comenzó la pandemia. El gobierno de Johnson reaccionó tarde ante la llegada del coronavirus a la isla, incluso en un principio había instando a la población a salir a la calle a contagiarse para así crear la denominada “inmunidad de rebaño”.
El plan del premier no solo no funcionó sino, que aceleró el proceso de infecciones, convirtiendo al Reino Unido en el tercer país con más contagios y muertes en el mundo, sólo por detrás de Estados Unidos y Rusia.
Incluso el propio Johnson se infectó con la Covid-19 y debió recibir cuidados intensivos.
Pese a las cifras ascendentes presentadas por el Ministerio de Salud, Johnson, autorizó el miércoles pasado un ligero levantamiento de las restricciones que entró en vigor solo en Inglaterra, dado que en las regiones autónomas -Irlanda del Norte, Escocia y Gales- se negaron a levantar las medidas de confinamiento.
Desde mediados de la semana pasada, la gente puede salir de su domicilio más de una vez al día para hacer ejercicio físico, pero el gobierno pidió a la población que solo acuda al trabajo si no puede hacerlo en casa y que lo haga caminando o en bicicleta para evitar el transporte público, la gran inquietud del gobierno, sobre todo en ciudades como Londres.
La medida trajo las críticas del secretario general del sindicato Nacional de Trabajadores Ferroviarios, Marítimos y de Transporte, Mick Chash quien la semana pasada denunció las medidas irresponsables del gobierno británico.
Tras esta flexibilización, Johnson presentó un polémico plan de desescalada en el que se dispone a reabrir en fases los colegios de primaria el 1 de junio a pesar de las reservas y la negativa de los sindicatos de maestros, que temen una expansión de los contagios en las aulas.
El secretario del sindicato de los maestros NASUWT, Patrick Roach, le exigió al gobierno más detalles sobre su plan para la reapertura de colegios, puesto que las mediciones sobre la propagación del virus están en un nivel considerado peligroso por la fácil extensión del virus.
En medio de la crisis de salud y económica a raíz de la pandemia, el gobierno de Johnson comienza a recibir golpes desde distintos sectores y pierde el apoyo de los británicos, por lo que se dirigió a la población a través de una carta abierta publicada en el diario Mail on Sunday.
En la misiva, Johnson aseguró comprender las dificultades de la gente con las restricciones del gobierno y pidió paciencia a la población.
Estamos intentando hacer algo que no hemos hecho nunca: salir de un confinamiento total de forma que sea seguro para la salud y no ponga en peligro todo el duro trabajo que habéis realizado, se justificó el primer ministro