Los acreedores privados nucleados en el IIF (Institute for International Finance), la entidad de lobby más fuerte de los principales bancos de inversión del mundo, se comprometieron ante el Club de París en apoyar la iniciativa de suspensión de servicio de deuda apara los países más pobres, recientemente acordada entre el G20 y el foro multilateral, como consecuencia del fuerte impacto económico mundial del coronavirus.
Tras la discusión muy productiva de esta semana, el Club de París y el IIF acordaron colaborar en apoyo de la iniciativa DSSI (Debt Suspended Service Initiative) acordada del último 15 de abril por el G20 y el foro multilateral.
Si bien observaron la complejidad de lograr la suspensión del servicio de la deuda en un corto período de tiempo, los representantes de los acreedores privados expresaron un fuerte apoyo a la iniciativa y se comprometieron a explorar la mejor manera de avanzar en términos comparables, a solicitud específica de los países prestatarios”, expresaron hoy en un comunicado conjunto.
Las partes justificaron que a medida que se desarrolla la conmoción económica de la pandemia de la Covid-19, la situación es particularmente grave para los países más pobres y menos desarrollados que ahora enfrentan agudos desafíos humanitarios y de atención médica.
Y agregaron que muchos tienen altas cargas de deuda externa que limitan severamente su espacio de política fiscal para responder a la crisis. La base de acreedores, incluidos los acreedores bilaterales y multilaterales oficiales, así como los prestamistas y tenedores de bonos del sector privado, ahora es mucho más diversa, lo que hace que la coordinación de los acreedores sea más crucial.
El encuentro en cuestión convocó a los 22 acreedores oficiales del Club de París para reunirse con más de 70 representantes del sector privado. Dichas discusiones abarcaron el alcance propuesto de los países, el período de suspensión de mayo a diciembre de 2020, entre otros.
Los acreedores del sector privado también reconfirmaron su disposición, como se señaló en la carta del IIF del 9 de abril de 2020 dirigida al FMI, el Banco Mundial, la OCDE y el Club de París, para trabajar en las próximas semanas en términos de referencia para una efectiva participación voluntaria del sector privado”.