Un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicado esta semana indica que América Latina será la región más afectada desde el punto de vista laboral como resultado de las medidas adoptadas para contrarrestar los efectos de la enfermedad de COVID-19.
Según el tercer informe de la OIT sobre la situación en el mercado laboral en tiempos de pandemia, más de 300 millones de personas perderían sus empleos y otros 1.600 millones, sus medios de subsistencia.
Los datos fechados del 22 de abril de 2020 anuncian que las horas de trabajo globales serán un 10,5% más bajas en el segundo trimestre que en el último trimestre antes de la crisis, lo que equivale a 305 millones de empleos a tiempo parcial, un aumento significativo de los pronósticos previos de la OIT, de tan solo 195 millones.
La organización destaca que entre los más vulnerables en el mercado laboral, casi 1.600 millones de trabajadores en la economía informal se verán significativamente afectados.
Se estima que las ganancias en el primer mes de la crisis del coronavirus disminuyeron un 60% a nivel mundial.
Según cifras de la OIT, más de 436 millones de empresas en los sectores más afectados corren un alto riesgo de detener todo el trabajo, a saber, 232 millones de empresas de ventas, 111 millones de empresas en la industria manufacturera, 51 millones de empresas de construcción y restauración, 42 millones en el sector inmobiliario y otras actividades económicas.
Por región, la organización estima que las Américas serán las más afectadas, con una pérdida del 12,4% de las horas de trabajo, seguida de Europa con el 11,8%, mientras que en el resto de los territorios superaría el 9%.
La crisis ha tenido un impacto negativo especial en la economía informal, donde vive más de la mitad de los trabajadores del mundo (2.000 de los 3.300 millones mundiales), por lo que la OIT estima que 1.300 millones de estos trabajadores están en peligro inminente de ver sus fuentes de sustento desaparecer.
En este contexto, la OIT pidió medidas urgentes y flexibles para apoyar a los trabajadores y las empresas, especialmente a los sectores pequeños e informales de la economía, así como a los grupos de población vulnerables.
La agencia señaló que las medidas de recuperación económica deberían incluir la creación de empleo y una política más activa sobre empleo y protección social.
Dado el creciente número de infecciones, muchos países han cerrado sus fronteras, decretado cuarentenas y suspendido la mayoría de las actividades económicas.