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El petróleo en Estados Unidos a precio negativo por excedentes, falta de depósitos y desplome de consumo

Martes, 21 de abril de 2020 - 14:20 UTC
El martes los precios del petróleo en EE.UU. están nuevamente en territorio positivo luego del sorprendente colapso del lunes a valores negativos El martes los precios del petróleo en EE.UU. están nuevamente en territorio positivo luego del sorprendente colapso del lunes a valores negativos

El petróleo crudo de la variedad WTI cerró el lunes a un precio negativo en Nueva York, por primera vez en su historia, en los contratos para entrega en mayo, como consecuencia de la abultada extracción y la falta de depósitos de almacenamiento tanto en las plantas productoras, en los ductos, en las destilerías, como en las bodegas de los super-tanques y la caída de la demanda por la pandemia del Covid-19.

El barril del crudo WTI que se comercializa en los Estados Unidos, para los contratos de futuros con entrega en mayo, concluyó el lunes con un precio de menos 30,80 dólares lo que equivale a una baja de 49 dólares, equivalente al 268,64% respecto del cierre del viernes, según datos de Bloomberg.

En tanto el martes los precios del petróleo en EE.UU. a la apertura de los mercados están nuevamente en territorio positivo luego del sorprendente colapso del lunes operando en el nivel más bajo desde que NYMEX abrió el comercio de futuros en 1983.

Es decir los futuros del petróleo de EE.UU. repuntaron más del 100%, aunque se negocie a solo US$ 1,65 por barril. El contrato de mayo para West Texas International, que vence el martes, finalizó el lunes a menos US$ 37,63 el barril.

Por su parte, el barril del tipo Brent que se utiliza principalmente en Europa, bajó 6,8%, a 26,20 dólares.

Los inversores salieron del contrato de mayo antes de su vencimiento el lunes debido a la falta de demanda del petróleo real. Cuando vence un contrato de futuros, los operadores deben decidir si aceptan la entrega del petróleo o trasladan sus posiciones a otro contrato de futuros para un mes posterior.

La brusca caída de los hidrocarburos está asociada a varios factores entre los que se encuentran la guerra de precios entre los países productores nucleados en la OPEP y aquellos que están fuera del cartel, liderados por Rusia, y que entrará en una frágil tregua en mayo y en junio, con un recorte en la producción de unos 8,5 millones de barriles diarios.

Pero también influye el incremento de la producción de petróleo no convencional o “shale oil” en los EE.UU. que colmó todas las plantas de almacenamiento disponible en ese país.

La demanda física de crudo ha disminuido sensiblemente, creando un exceso de oferta mundial a medida que miles de millones de personas se quedan en casa para frenar la propagación del nuevo coronavirus.

Las refinerías están procesando mucho menos crudo de lo normal, por lo que cientos de millones de barriles han ingresado a las instalaciones de almacenamiento en todo el mundo. Los comerciantes han contratado buques para anclarlos y llenarlos con el exceso de petróleo, alcanzando un récord de 160 millones de barriles que se encuentran en los supertanques.

Las existencias de crudo estadounidense en el centro de almacenamiento en Cushing, Oklahoma, aumentaron un 9% en la semana al 17 de abril, totalizando alrededor de 61 millones de barriles.

Con los precios del petróleo de Estados Unidos operando en territorio negativo, eso significa que los vendedores tienen que pagar a los compradores por primera vez para tomar futuros del petróleo.

Sin embargo, no está claro si eso beneficiará a los consumidores, que generalmente ven que los precios más bajos del petróleo se traducen en precios más bajos para la gasolina en la gasolinera.

Otro de los puntos que influyó decisivamente en los precios fue el efecto contractivo de los viajes, y el turismo como consecuencia de la pandemia del Coronovirus.

Por un lado, la menor cantidad de vehículos en las calles, la escasa presencia de aviones en los cielos, la reducción de los fletes marítimos, y por el otro, las economías de por sí ralentizadas por la pandemia ya no necesitan las cantidades de petróleo proyectadas antes de la crisis.