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Argentina solicita a la SEC emitir bonos por US$ 50.500 millones; también pidió postergar pagos al Club de París

Jueves, 16 de abril de 2020 - 09:09 UTC
Argentina solicita autorización para emitir nuevos títulos por US$ 20.000 millones, que se suman a otro pedido de varias semanas atrás por otros US$ 30.500 millones Argentina solicita autorización para emitir nuevos títulos por US$ 20.000 millones, que se suman a otro pedido de varias semanas atrás por otros US$ 30.500 millones

El gobierno argentino solicitó a la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC) autorización para emitir bonos por un monto total de hasta US$ 50.500 millones en el país del Norte, en el marco del proceso de reestructuración en el que prevé un canje de títulos viejos por nuevos a los tenedores que acepten la propuesta.

Se trata de un paso previo a la inminente presentación de la oferta de reestructuración de la deuda a los acreedores con deuda argentina emitida bajo legislación extranjera, que fue seleccionada por el Gobierno para la operación, que asciende a unos US$ 68.800 millones..

La nota enviada por el Palacio de Hacienda a la SEC solicita autorización para la emisión de nuevos títulos por US$ 20.000 millones, que se suman a otros pedido formulado varias semanas atrás por otros US$ 30.500 millones, con lo que la suma total asciende a US$ 50.500 millones.

Si bien el documento no brinda precisiones sobre la oferta que realizará el gobierno a los tenedores de deuda, sostiene que “la República de Argentina puede ofrecer y vender sus valores, incluidos sus valores de deuda, en cantidades, a precios y en términos que se determinarán en el momento de la venta y se proporcionarán en forma complementaria a este prospecto” con notificaciones posteriores.

En concreto, el documento proporciona una descripción general de los títulos y garantías de deuda que Argentina puede ofrecer en la inminente operación, en virtud del Contrato de los bonos emitidos en 2005 y los concretados a partir de 2016, que serán los títulos susceptibles de canje.

De la información se desprende que las emisiones nuevas se realizarán contemplando ambos contratos, del 2005 y 2016, que tienen aspectos legales diferentes, como por ejemplo, distintas cláusulas de acción colectiva para hacer frente a eventuales cambios en los bonos nuevos a emitir y poder llegar a completar con éxito la operación de canje de bonos en el mercado.

El texto explica las diferencias contractuales de los títulos emitidos en el canje del 2005 y a partir de 2016, relacionadas con las mayorías de aceptación; con el trato “pari passu” o no con los acreedores; y sobre las condiciones previstas para que se active o no un eventual evento de default.

Una de las diferencias más notables entre los contratos emitidos en el 2005 o a partir del 2016, es que ambos cuentan con diferentes cláusulas de aceptación de mayorías para hacer frente a eventuales cambios.

Esto significa que, mientras que los bonos emitidos en el 2005 necesitan de una aceptación del 85% de los tenedores para poder activar y completar un canje de todas las series afectadas, en los títulos emitidos desde el 2016 el umbral es del 66,6%.

En este sentido, se aclara que la Argentina propondrá a los tenedores de bonos emitidos en el canje de 2005 el canje por nuevas emisiones que contendrán cláusulas de aceptación de mayorías del 66,6%, equiparándolas con las de los bonos surgidos a partir de 2016.

El documento precisa también que por el pedido de autorización para emitir US$ 50.500 millones bajo ley de Estados Unidos, la Argentina pagará una comisión a la SEC de US$ 6,5 millones.

En un texto anexo, el gobierno argentino informó también a la SEC que solicitó formalmente al Club de París posponer por un año el pago de US$ 2.100 millones que vencen en mayo próximo y planteó la posibilidad de encarar una renegociación del acuerdo alcanzado con ese foro de países en 2014.

Así surge de un segundo documento girado esta mañana a la SEC, que es un anexo al formulario 18-k donde el gobierno argentino, como aspirante a emisor en dicho país, mantiene informado al organismo regulador estadounidense sobre las principales variables económicas.