El ministro de Economía argentino, Martín Guzmán, dijo que la fecha límite del 31 de marzo para llegar a un acuerdo con los tenedores de bonos soberanos por unos US$ 70.000 millones podría modificarse por el brote global de coronavirus, que pone en riesgo los planes de un “roadshow” para presentar la propuesta del gobierno del presidente Alberto Fernandez..
Guzmán, que trabajaba como académico en Estados Unidos, insistió en que Argentina no tiene capacidad para pagar intereses “durante los próximos años” y que cualquier acuerdo con los acreedores debe colocar a la deuda del país -que atraviesa una profunda crisis económica- en un camino sustentable.
“Hay necesidad de un alivio sustancial”, dijo el ministro en una entrevista en Buenos Aires, y agregó que todas las opciones sustentables están en la mesa de negociación y que las conversaciones buscan que se “maximice la aceptación de los acreedores”.
“Si alguien piensa que vamos a patear la pelota de una manera que obligue a otra reestructuración más adelante, deberían pensarlo de nuevo, porque no vamos a hacer eso”, señaló Guzmán, quien tiene una estrecha relación con el influyente economista estadounidense y premio Nobel Joseph Stiglitz.
Argentina se encuentra en conversaciones para reestructurar su deuda con acreedores como Pimco y BlackRock Inc para evitar una cesación de pagos que dañaría al país, una de las mayores potencias agrícolas del mundo.
Guzmán y su equipo de deuda han establecido un plan para llegar a un acuerdo con los acreedores para fin de marzo, aunque el ministro indicó que puede haber flexibilidad en el plazo dada la situación global actual y el brote de coronavirus.
El ministro señaló que el “roadshow” programado para este mes para que los funcionarios presenten su propuesta a los acreedores podría realizarse por videoconferencia.
“Ahora estamos en una situación de emergencia global que requiere que todas las partes sean flexibles”, explicó, y agregó que si se extiende el plazo para cerrar un acuerdo será “solo por unos días”.
Guzmán dijo que esa propuesta a los bonistas se haría antes de fin de mes, pero se negó a dar detalles sobre cómo sería. Sostuvo que el acuerdo con los acreedores privados es más urgente dado que es insostenible seguir pagando los vencimientos con reservas.
“Nos estamos quedando sin las reservas que el Tesoro puede utilizar para el servicio de la deuda. Por lo tanto, debemos resolver este problema rápidamente”, explicó Guzmán.
Los funcionarios argentinos se reunieron con los tenedores de bonos a principios de este mes, mientras continúan las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que le otorgó préstamos al país por 44.000 millones de dólares tras un acuerdo en 2018.
Argentina, que ya ha caído en cesación de pagos en varias oportunidades, resolvió en 2016, bajo el mandato del expresidente Mauricio Macri, una larga batalla judicial con acreedores por un incumplimiento de deuda de 2002 que había dejado al país como un paria ante inversores y el mercado internacional de créditos.