Detrás de Parasite (Parásitos), el filme que hizo historia en los Oscar 2020 al ganar cuatro estatuillas entre ellas a mejor película, y del auge de la industria cinematográfica surcoreana, hay una poderosa mujer: Miky Lee.
Una de las herederas del poderoso imperio económico Samsung, Lee es también vicepresidenta de la empresa CJ Entertainment, productora ejecutiva de la aclamada cinta y de otras películas.
Su imperio, que tuvo ingresos por más de US$ 4.000 millones en 2019 según la revista Forbes, no solo produce películas y series, también tiene intereses comerciales en canales de televisión, salas de cine y estadios donde hacen conciertos los grupos de pop coreano o K-pop.
Nieta de Lee Byung- Chull, el fundador del conglomerado más grande de Corea del Sur, la empresaria de 61 años ha estado por décadas detrás de las cámaras, financiando y promoviendo proyectos culturales.
Lee Mi-kyung (su nombre original) es reconocida como la responsable del ascenso de CJ Entertainment hasta el punto de transformarse en la mayor compañía de entretenimiento de su país.
Graduada de la Universidad Nacional de Seúl, la empresaria estudió japonés en Japón y chino en Taiwán. Luego obtuvo una maestría en estudios asiáticos en Harvard. Con un gran interés en la industria cultural, logró integrarse muy bien en los círculos vinculados a Hollywood, comenta Geoffrey Cain, escritor, antropólogo y periodista especializado en asuntos asiáticos que en marzo publicará el libro Samsung Rising.
Investigando para escribir el libro descubrí que Miky Lee tiene una de las historias más interesantes entre los herederos de Samsung. Es una mujer muy inteligente y con una sensibilidad única.
Ella fue capaz de tomar un modelo de producción de manufactura y transformarlo en algo creativo, apunta. Divorciada y sin hijos, la emprendedora vive en California y padece un trastorno de salud hereditario que le genera algunas dificultades de desplazamiento, explica Cain.
Todo comenzó cuando Lee se fue a vivir a Estados Unidos a comienzos de los 90, enviada por Samsung para explorar potenciales negocios y expandir el alcance de la firma más allá de la industria tecnológica.
Unos años después, ella y su hermano Lee Jae-hyun, presidente de CJ Entertainment, emprendieron varios proyectos e invirtieron US$300 millones en la firma estadounidense DreamWorks.
Cain dice que ese fue un punto de inflexión. Aprovechó las ventajas de esa alianza comercial, además de su relación con Steven Spielberg y otros cineastas, para conectarse en el mundo de Hollywood.
Me sorprendió lo conocida que era en ese ambiente, comenta el experto.
La empresa de Miky Lee fue ganando poco a poco terreno en Corea del Sur, hasta asumir un papel protagónico en la llamada ola coreana de la industria cultural que comenzó hace dos décadas y se expandió rápidamente por el mundo.
Sin embargo, los primeros años no fueron nada fáciles desde un punto de vista comercial, dado que la empresa se embarcó en algunos proyectos que generaron pérdidas. Pese a los obstáculos, la productora comenzó a tener aciertos, como por ejemplo, la cinta Snowpiercer de 2013, dirigida por Bong Joon-ho, el mismo de Parasite.
Otra piedra apareció en el camino cuando su hermano, Lee Jae-hyun, fue enviado a prisión por dos años y medio por fraude y evasión de impuestos. Pero ella siguió adelante con la firma.
En la ceremonia de los Oscar, Miky Lee le hizo un reconocimiento por siempre apoyar y construir nuestros sueños incluso cuando parecían sueños imposibles.
Miky se ha ganado una reputación como una figura llena de vitalidad y creativa, una de las fuerzas detrás de la ola coreana y la popularidad internacional del K-pop, escribió en la revista Forbes el autor y periodista Donald Kirk, corresponsal especializado en asuntos económicos en Corea del Sur y Corea del Norte.
Fiel promotora del contenido producido en su país, la llamada madrina del cine surcoreano ha dicho que uno de sus objetivos siempre ha sido expandir el alcance de las producciones más allá de sus fronteras.
Realmente creo que nuestro contenido es vanguardista y es muy diferente a cualquier otro.
Así lo reconoció la Academia de Hollywood el 9 de febrero, cuando la película Parasite consiguió cuatro Oscar: mejor película, mejor director, mejor película internacional y mejor guion original.
Realmente inspira a muchos cineastas y creadores de contenido, no solo en Corea sino en toda Asia, dijo Lee refiriéndose al premio. Creo que la gente está más animada a ser más provocadora y empujar los límites y no tener miedo de expresar sus ideas y su creatividad”.