El Financial Times, el periódico británico especializado en noticias internacionales de negocios y economía, publicó una editorial en donde cuestiona con dureza la administración del presidente Alberto Fernández. El texto establece que “Argentina necesita urgentemente un plan creíble y amplio de crecimiento impulsado por las inversiones” debido a que “corre el riesgo de volver a caer en los viejos hábitos del aislacionismo y la morosidad”.
”El legado que el presidente peronista Alberto Fernández recibió de su predecesor Mauricio Macri es tóxico: una profunda recesión, una de las tasas de inflación más altas del mundo y una deuda nacional que se acerca al 90% del PIB”, explica el primer párrafo de la editorial.
A su vez, con ironía, considera que el Presidente “ha adoptado un enfoque novedoso” ya que, la mayoría de las naciones deudoras que se enfrentan a la reestructuración, presentan un plan económico detallado y se comprometen a establecer objetivos claros para conseguir el apoyo del FMI y de los acreedores.
Sin embargo, según el periódico británico, “Argentina ha decidido no decir casi nada sobre su estrategia económica y en su lugar adelantar a los acreedores que esperen una oferta ‘amistosa’ de reestructuración de la deuda a mediados del mes próximo con un par de semanas para aceptarla, o que se enfrenten a consecuencias menos amistosas”.
En suma, el texto aclara que el ministro de economía Martín Guzmán dijo que el país “ni siquiera tratará de reducir su déficit fiscal este año, sino que intentará alcanzar un superávit primario del 1% para 2026, tres años después de que termine el mandato del señor Fernández”. Esto, según el análisis editorial, “difícilmente haya estado calculado para calentar los corazones de los tenedores de bonos”.
“Más preocupante es la exigencia de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, formulada durante su visita a Cuba el pasado fin de semana, de que el FMI acepte un fuerte recorte en sus préstamos de USD 44.000 millones a Argentina”, resalta la publicación, y agrega que el Presiente, supuestamente más pragmático, no perdió tiempo en apoyar la retórica anti-FMI de su ministro.
“No es de extrañar que los mercados hayan reaccionado mal al reciente endurecimiento de la postura de Argentina. El mercado secundario indica que los acreedores podrían esperar perder al menos la mitad de su dinero; un incumplimiento es posible si las conversaciones se derrumban”, establecen en una primera conclusión.
“Pero casi más alarmante es la ausencia de una estrategia clara para devolver la prosperidad a la que debería ser una de las economías más vibrantes del mundo de los mercados emergentes, bendecida con abundantes recursos naturales. Los controles de precios y de cambio, los mayores impuestos a la exportación, la abundante impresión de dinero y el aumento de las dádivas sociales no suman a la prosperidad”,agregan.
“El gobierno de Fernández no puede permitirse el lujo de dejar la política económica para más adelante. La Argentina necesita urgentemente un plan creíble y amplio de crecimiento impulsado por las inversiones para revitalizar los sectores más competitivos de la economía, como la agroindustria. Sin él, el país corre el riesgo de volver a caer en los viejos hábitos del aislacionismo y la morosidad”, concluye la editorial.