El Vaticano otorgó el plácet de estilo a María Fernanda Silva como embajadora de la Argentina ante la Santa Sede, informó la Cancillería, apenas semanas después del paso por esa sede del presidente Alberto Fernández.
La aceptación fue confirmada por la Nunciatura Apostólica en Buenos Aires, sólo 9 días después de que el Ejecutivo presentara ante la sede diplomática el pliego para que Silva se convierta en la representante argentina ante El Vaticano.
De este modo, Silva iniciará su misión en Roma, en reemplazo del ex embajador del macrismo Rogelio Pfirter, una vez que su nombramiento quede oficializado a través de un decreto presidencial, ya que por tratarse de una diplomática de carrera su designación no requiere del acuerdo del Senado, informaron a Télam fuentes de la Cancillería.
A fines de enero, el Gobierno había entregado a la Nunciatura Apostólica en Buenos Aires el pliego de Silva para que se convierta en embajadora. Diplomática de carrera, Silva será la primera mujer en ocupar la jefatura de la embajada argentina ante el Vaticano, donde ya fue antes la número dos hasta 2015.
Silva es licenciada en Ciencias Políticas con Especialización en Relaciones Internacionales en la Pontificia Universidad Católica Argentina.
Integra el Servicio Permanente Activo de Cancillería desde el 1 de enero de 1993, y se desempeñó en la Oficina del Arbitraje Internacional Argentina/Chile Laguna del Desierto; en la Dirección de América del Sur y en la secretaría de la embajada argentina en Santiago de Chile.
También representó al país ante la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), luego se desempeñó como primera secretaria en la Dirección de Europa Occidental y se le asignó el puesto de consejera en el gabinete del Rafael Bielsa, cuando fue canciller en el gobierno de Néstor Kirchner.
En 2007, fue trasladada a la embajada en Venezuela con el rango de consejera, y también fue negociadora en Grupo de Río, CALC y CELAC.
En setiembre de 2012 asumió funciones en la Secretaría General de UNASUR con sede en Quito, como representante de Argentina.
En febrero de 2014, Silva -primera afro descendiente en el servicio exterior argentino- prestó funciones en la Subsecretaría de Política Latinoamericana y en mayo de ese año se desplazó a Paramaribo, Surinam, para cumplir funciones de asesora diplomática especial en la Cancillería de ese país Presidencia Pro Tempore Surinamesa de UNASUR.
El 30 de diciembre de 2014 el gobierno firmó la Resolución Ministerial que la trasladó a la embajada en la Santa Sede y al año siguiente asumió funciones en la delegación diplomática ante el Estado Pontificio, con lo que se convirtió en la primera mujer jefa de Cancillería en esa misión.
En marzo de 2016, Silva asumió funciones como Deputy en la representación argentina ante los tres organismos de las Naciones Unidas con sede en Roma: la FAO, el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA).
Fue la primera diplomática argentina en ser votada parta integrar la Mesa de la Junta Ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas. La futura embajadora es católica y tiene una hija producto de un matrimonio que luego fue anulado por la misma Iglesia, porque su esposo decidió inclinarse por el sacerdocio.