Colombia buscará en América Latina inversores interesados en adquirir su deuda pública interna, para diversificar la base de tenedores de ese tipo de bonos, mejorar la liquidez del mercado y la resistencia ante eventuales choques, dijo el jueves el directivo encargado del financiamiento del país.
En la última década, la cuarta economía de América Latina ha diversificado el origen de los compradores de su deuda interna –representada en títulos TES, su mayor fuente de financiación del gasto público después del recaudo de impuestos–, principalmente en agentes de Estados Unidos, Europa y en menor proporción de Canadá y Asia.
El saldo de los fondos foráneos invertidos en deuda interna colombiana se situó en unos US$ 22.649 millones al cierre de 2019, equivalente a un 26% del total emitido por el país, situándose como los segundos mayores tenedores, solo superados por los fondos de pensiones, pero por encima de los bancos.
“La labor en este y el próximo año va a ser muy fuerte con América Latina”, dijo el director de Crédito Público del Ministerio de Hacienda, César Arias, durante el congreso anual de tesoreros del gremio de banqueros colombianos, en la caribeña ciudad de Cartagena.
“Hemos encontrado oportunidades de diversificación en Chile y en Perú, dadas las circunstancias que estos dos países han venido teniendo en los últimos meses, hay excedentes de liquidez y necesidades de diversificación”, explicó refiriéndose a las manifestaciones de protesta social en esas naciones.
Precisamente, la incertidumbre por el estallido social en Chile ha afectado el ánimo de los inversionistas, causando una brusca reacción del mercado que ha llevado a algunos experimentados administradores de fondos, enorgullecidos de su capacidad de navegar los riesgos políticos inherentes a los mercados emergentes, a replantearse las cosas.
Arias afirmó que los planes entre este y el próximo año incluyen la emisión de títulos locales TES a 30 años de plazo y la creación de un fondo bursátil de deuda pública doméstica, conocido como ETF, para atraer inversores de menor cuantía, “que sea un instrumento que pueda ser transado en la bolsa de valores de Colombia o en las plataformas institucionales”.
El año pasado Brasil lanzó un fondo similar dentro de un programa desarrollado con el Banco Mundial, en el que se negoció un monto equivalente a US$ 1.000 millones, dijo Arias.