El Pentágono afirmó este jueves que el ataque en el que murieron el vicepresidente de las milicias chiíes iraquíes Multitud Popular, Abu Mahdi al Mohandes, y el general Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución de Irán, en Bagdad buscaba disuadir futuros planes de Irán.
El general Soleimani estaba desarrollando activamente planes para atacar a los diplomáticos y miembros del servicio estadounidenses en Irak y en toda la región, señaló el Pentágono en un comunicado citado por medios locales.
La nota responsabiliza a Soleimani y a la Fuerza Quds de la muerte de cientos de estadounidenses y de miembros del servicio de la coalición, y de las heridas de miles más. Estados Unidos continuará tomando todas las medidas necesarias para proteger a nuestra gente y nuestros intereses en cualquier parte del mundo, agregó el comunicado, que precisa que este golpe tenía como objetivo disuadir futuros planes de ataques iraníes.
Ya medios estadounidenses habían señalado que Trump había autorizado el jueves por la mañana la operación, que se produjo en medio de la escalada de tensión entre Washington y Bagdad después que seguidores y miembros de Multitud Popular asaltaran la embajada estadounidense en Irak el 31 de diciembre. Trump ha guardado silencio y se limitó a publicar en su cuenta de Twitter una imagen con la bandera estadounidense.
En su cuenta oficial de Twitter, la Multitud Popular denunció que el vehículo en el que viajaba su vicepresidente y Soleimani fue blanco de un ataque aéreo en la carretera del aeropuerto internacional y dijo que ofrecerá más detalles posteriormente. Una fuente del aeropuerto de Bagdad confirmó el fallecimiento de Al Mohandes en un ataque que tuvo lugar cerca de esas instalaciones a las afueras de la capital, que dejó dos vehículos VIP calcinados. Según la fuente, que pidió el anonimato, otras siete personas perecieron, incluidas dos de nacionalidad iraní.
El general Soleimani es el encargado de las operaciones fuera de Irán de los Guardianes de la Revolución y ha estado presente sobre el terreno en Siria y en Irak, supervisando a las milicias respaldadas por Teherán en ambos países árabes. Justo este jueves, el jefe del Pentágono, Mark Esper, advirtió a Irán de que si prosigue con su campaña de provocaciones contra intereses de EE.UU. en Oriente Medio lo lamentará, ya que están preparados para encarar más comportamiento ofensivo visto el intento de asalto a la embajada en Bagdad.
Probablemente lo lamentarán, y estamos preparados para ejercer la defensa propia y detener más comportamiento ofensivo por parte de estos grupos, todos los cuales están respaldados, dirigidos y financiados por Irán, dijo Esper en un encuentro con periodistas en el Pentágono. Asimismo, subrayó que EE.UU. tomará acciones preventivas si se detecta la inminencia de un ataque.
El pasado día 27 de diciembre, un ataque con más de 30 cohetes contra la base militar K1 de Kirkuk, en el norte de Irak, provocó la muerte de un contratista estadounidense y dejó varios heridos entre los militares estadounidenses e iraquíes que se encontraban en las instalaciones. El Pentágono considera que la milicia chií Kata'ib Hizbulá (KH) es responsable de los ataques que, desde mediados de octubre, tienen como objetivo bases militares e instalaciones gubernamentales donde se encuentra personal estadounidense que apoya al Ejército iraquí.
En respuesta a la primera víctima mortal, el Pentágono llevó a cabo ataques defensivos en Irak y Siria contra la KH, que causaron la muerte de al menos 25 personas, de acuerdo con las milicias progubernamentales Multitud Popular. La acción derivó en el asalto a la embajada.