Cientos de documentos desclasificados de archivos de EE.UU. sobre la invasión a Panamá hace 30 años que incluyen datos sobre muertos, juicios marciales por violación de derechos humanos y llamadas presidenciales, han sido publicados en Panama Files, una plataforma periodística activada en la semana.
Se trata de un proyecto desarrollado por el colectivo de periodistas Concolón y su primer capítulo reúne cerca de 600 documentos desclasificados en Estados Unidos como resultado de una alianza con la Comisión 20 de diciembre y el Centro de Derechos Humanos de la Universidad de Washington, según se explica en la página web.
El viernes se conmemoraron los 30 años de la invasión de Estados Unidos a Panamá con el objetivo de capturar al general Manuel Antonio Noriega y reinstaurar la democracia en Panamá, recuerda el sitio web. El Ejército estadounidense desplegó 26.000 efectivos, más del doble del pie de fuerza de Panamá, y utilizó armamento de última generación que causó gran destrucción especialmente en el barrio El Chorrillo, donde se ubicaba el Cuartel Central de las Fuerzas de Defensa del país centroamericano.
El entonces Presidente de EE.UU. George H. W. Bush llamó la madrugada del 20 de diciembre de 1989 a sus homólogos de México, Carlos Salinas; Venezuela, Carlos Andrés Pérez, y al argentino Carlos Menem, y les explicó que invadía Panamá porque Noriega había declarado la guerra, su Ejército había asesinado a un oficial de marina estadounidense, golpeado a otro y acosado a su esposa. No podíamos permitir que Noriega brutalice a los norteamericanos George H.W. Bush
A ese punto, no podíamos tolerar sus actos' -le dijo Bush al mexicano Carlos Salinas-. No podíamos permitir que Noriega brutalice a los norteamericanos. Lo bueno, agregaba, era que habían logrado reinstaurar la democracia en Panamá tras veintiún años de dictadura: Había un nuevo presidente, y les pedía reconocerlo, indicó Panama Files. Bush se refería al nuevo Gobierno panameño liderado por Guillermo Endara como presidente, y Guillermo Ford y Ricardo Arias Calderón como vicepresidentes, a los que se había juramentado en sus bases a la medianoche del 20 de diciembre de 1989.
Ante esto, según los documentos, Salinas le comentó a Bush que la intervención de EE.UU. iba en contra de los principios de México, pero que aplicarían la doctrina Estrada con el nuevo Ejecutivo panameño. En palabras del Mandatario mexicano, no hace ninguna diferencia quién está en el poder. Nosotros reconocemos a todos.
”Hay memos durante un año sobre las cifras de panameños muertos en el ataque. Tras contar los cuerpos que ellos mismos enterraron en fosas y agregar las cifras proporcionadas por el Instituto de Medicina Legal (de Panamá), llegaron a la que mantuvieron para siempre: 202 civiles, 314 militares, publicó Panama Files. El presidente de la Comisión 20 de diciembre, el rector universitario Juan Planells, dijo que ese ente que busca establecer la verdad de lo ocurrido hace 30 años ha analizado algo más de 250 casos que están verificados, validados, documentados, de modo que podemos decir que efectivamente son víctimas de la invasión.
Se han tejido muchas historias de miles de panameños (muertos), nosotros no hemos podido comprobar hasta ahora, con las investigaciones que hemos hecho, que sean grandes cantidades, pero sí que se violentaron derechos humanos, y ese es un tema que a nosotros nos preocupa, agregó Planells.
De acuerdo con los papeles citados por Panama Files, por la muerte de civiles y otros cargos fueron sometidos a juicio marcial 19 miembros del Ejército y 17 fueron condenados. Un documento precisa que tres miembros de la Séptima División de Infantería y uno de la 82 Airborne Division fueron condenados por matar civiles. Otros celebran el éxito de una operación que terminarían tomando como modelo.
Cuando Panamá ya era cenizas y en las calles soldados gringos controlaban el paso y la vida, Estados Unidos empezó a preocuparse por la construcción del nuevo régimen. La economía estaba tan quebrada como las ciudades, el tráfico de drogas aumentaba y el país era 'un paraíso para el lavado de dinero por la falta de aplicación efectiva de la ley', según los reportes.
Panama Files agregó que una vez que Noriega se entregó a la justicia el 3 de enero de 1990 las nuevas obsesiones fueron un paquete de ayuda -420 millones de dólares-, levantar una nueva Fuerza Pública sobre las deshechas Fuerzas de Defensa -una 'conveniente a los deseos de los Gobiernos de Panamá y de los Estados Unidos', a la que le dieron órdenes directas- y la estructura del nuevo Estado”.