Polonia podría terminar abandonando la Unión Europea debido a planes de los nacionalistas en el poder que permitirían despedir a los jueces si cuestionan la legitimidad de las reformas judiciales del gobierno, dijo el martes el Tribunal Supremo.
El tribunal dijo que los planes podrían contravenir la ley europea y exacerbar las tensiones existentes entre Bruselas y el partido gobernante de Polonia, Ley y Justicia (PiS, por sus siglas en polaco).
“Las contradicciones entre la legislación polaca y la legislación de la UE (...) llevarán con toda probabilidad a una intervención por parte de las instituciones de la UE en relación con una infracción de los tratados europeos y, a más largo plazo, a la necesidad de abandonar la Unión Europea”, dijo el Tribunal Supremo polaco en un comunicado.
La UE ha acusado al PiS de politizar el poder judicial desde que el partido llegó su victoria electoral en 2015. El PiS dice que sus reformas son necesarias para hacer más eficiente el sistema judicial.
De acuerdo con el proyecto de ley que se encuentra ahora en el parlamento, el PiS pretende evitar que los jueces dictaminen que sus homólogos, nombrados por un panel designado por el partido, no son independientes.
La UE dijo el lunes que investigaría si el proyecto de ley socava la independencia judicial.
La declaración de la Corte Suprema también dijo que el proyecto de ley propuesto estaba “evidentemente” diseñado para permitir al presidente Andrzej Duda, un aliado del PiS, elegir un nuevo jefe de la corte antes de las elecciones presidenciales previstas para mayo.
La actual presidenta del Tribunal Supremo, Małgorzata Gersdorf, deberá dimitir en abril. Fue nombrada antes de que el PiS llegara al poder y ha sido abiertamente crítica con las reformas del partido.
Gersdorf ha convocado una reunión de todos los jueces para el 17 de marzo para que puedan participar en el proceso de elección del próximo jefe de la Corte Suprema, dijo el portavoz de la corte Michał Laskowski en una conferencia de prensa el martes.
Bruselas está considerando la posibilidad de vincular la adhesión al Estado de Derecho y a las normas democráticas con el acceso a los fondos presupuestarios de la UE.
Polonia se incorporó a la UE en 2004 y el apoyo público a la adhesión sigue siendo fuerte, a pesar de las luchas entre Bruselas y el PiS. Polonia es uno de los principales beneficiarios de los fondos de la UE para sus agricultores y proyectos de infraestructura.