El chavismo y la oposición rivalizaron en la intención de controlar, cada uno desde una perspectiva institucional diferente, el proceso de renovación de las autoridades del Consejo Nacional Electoral (CNE), considerado una de las claves para destrabar la prolongada crisis política y social de Venezuela.
Por un lado, la Asamblea Nacional (AN, parlamento), con el voto de la mayoría antichavista, puso en marcha el complejo proceso de nombramiento de los rectores (directores) del CNE.
La medida fue dispuesta sin tener en cuenta la propuesta de la minoría chavista de crear una comisión de enlace entre la AN y la Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
“Allá ustedes con sus propuestas de la ANC; la Constitución es clara, hoy lo que está propuesto en esta AN es nombrar el comité preliminar de 11 diputados para comenzar el proceso de designación de los cinco rectores del CNE”, afirmó el segundo vicepresidente del parlamento, Stalin González
Por otra parte, el chavismo pidió a la ANC, a la que controla, que “active los mecanismos conducentes a la renovación del poder electoral”, dijo el constituyente Francisco Torrealba en una declaración leída a periodistas.
La renovación de la conducción del CNE es considerada por el antichavismo y parte de la comunidad internacional imprescindible como paso previo para la celebración de elecciones.
Como tal, era uno de los puntos de la agenda de las negociaciones que el chavismo y la oposición llevaban adelante bajo el auspicio del gobierno de Noruega y que fueron suspendidas unilateralmente por el presidente Nicolás Maduro en agosto pasado.
La idea de cambiar las autoridades del CNE fue reflotada por la “mesa de diálogo nacional” que Maduro instaló a mediados de septiembre con un sector minoritario de la oposición.
Al mismo tiempo, el chavismo mencionó la posibilidad de adelantar las elecciones para renovar la AN -único de los cinco poderes públicos bajo control de la oposición-, que corresponde efectuar en diciembre de 2020, pero no se mostró dispuesto a realizar comicios presidenciales.
El antichavismo y 56 países desconocen el mandato iniciado por Maduro en enero pasado por considerar que surgió de elecciones irregulares. Por ese motivo, la AN designó presidente encargado de la república a su titular, Juan Guaidó.
La Constitución establece que corresponde a la AN designar a los directores del CNE.
La ANC, creada en 2017, está integrada exclusivamente por chavistas y se declaró jerárquicamente superior a todos los poderes públicos del país. En ese contexto, legisla de hecho y convalida o no fallos judiciales.
Paralelamente, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ, también bajo control del chavismo) declaró a la AN “en desacato”.
Semanas atrás, los diputados de la minoría chavista regresaron a la AN luego de dos años, como consecuencia del diálogo instalado por Maduro en septiembre. Sin embargo, los propios legisladores chavistas siguen considerando a la AN en desacato.
Torrealba subrayó que la presencia del bloque chavista en el parlamento busca “la superación del desacato” y solo una vez que eso ocurra “podrá la AN proceder a la renovación correspondiente del poder electoral”