En medio de una ola de protestas, el gobierno de Ecuador anunció que el lunes se reanudarán las clases en todas las escuelas, colegios y centros de educación superior del país, aun si algunas rutas y calles siguieran cortadas por las organizaciones sociales y los manifestantes que rechazan la eliminación de los subsidios al precio de los combustibles
Las clases fueron suspendidas por el paro de transporte que dejó sin movilidad a gran parte del país el jueves y el viernes pasados, después de que el presidente Lenín Moreno anunciara el martes el fin de todos los subsidios a los combustibles y otras medidas para reducir el gasto público, en el contexto del acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El viernes, el sector de transporte depuso el paro tras la detención de algunos de sus dirigentes nacionales en las ciudades de Quito y Cuenca, y el sábado el gobierno anunció un techo para el aumento de los pasajes de colectivos urbanos.
Asimismo, estableció que las tarifas para estudiantes y personas de la tercera edad, con discapacidad, niños y adolescentes no se incrementarán.
Pese a la decisión de los transportistas de levantar el paro, los pueblos originarios de Ecuador agrupados en la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), una de las organizaciones sociales más fuertes del país, rechazaron el diálogo con el gobierno y ratificaron la “movilización indefinida” a Quito contra las medidas económicas del gobierno y su declaración de “estado de excepción”.
Jaime Varga, presidente de la Conaie, dijo que el diálogo con el gobierno está “totalmente” cerrado y que solo habrá conversaciones una vez que lleguen a Quito.
Aquí no estamos para negociar a espaldas del pueblo; el pueblo se ha levantado y eso es lo que se va respetar, dijo Vargas, según consignó la prensa de Quito.
Cientos de indígenas protestan en varias rutas de Ecuador y se dirigían hacia la capital, donde prevén ingresar el martes para sumarse, un día después, a la huelga nacional con los sindicatos y otros colectivos sociales en contra de un gobierno que consideran “neoliberal”.