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OCDE prevé desaceleración de la economía mundial; crecimiento más débil en una década

Martes, 24 de setiembre de 2019 - 10:02 UTC
El informe revisa las previsiones semestrales lanzadas en mayo, con una proyección que será de 2,9% para 2019 y 3% para 2020. El informe revisa las previsiones semestrales lanzadas en mayo, con una proyección que será de 2,9% para 2019 y 3% para 2020.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) rebajó sus previsiones de crecimiento de la economía mundial para este año y el próximo, advirtiendo que en ambos periodos se registrará el aumento anual más débil desde la crisis financiera de 2008.

De acuerdo a un informe de perspectivas interinas que revisa las previsiones semestrales lanzadas en mayo, dado a conocer este jueves por el organismo con sede en Paris, la proyección será de 2,9% para 2019 y 3% para 2020.

De esta forma, la entidad recortó tres décimas su proyección para este año y otras cuatro para el que viene, en línea con una tendencia que se extiende en las mayores economías. Esos mismos descensos se aplican al G20, el grupo de grandes países desarrollados y emergentes, con un crecimiento previsto del 3,1% y del 3,2%, mientras que en la eurozona el ajuste es más leve, de una y cuatro décimas, hasta una subida respectiva del 1,1% en 2019 y del 1% en 2020.

Tras un ascenso de la economía mundial del 3,6% en 2018, sus conclusiones para el corto plazo son tajantes. El panorama se ha vuelto “cada vez más frágil e incierto”, atizado en gran parte por las tensiones comerciales y políticas, que minan la confianza y la inversión. En mayo ya había rebajado sus perspectivas, y en este nuevo informe la organización ratifica que, según los últimos acontecimientos económicos y financieros, la ralentización durará más de lo previsto.

El peso de la incertidumbre reinante recae sobre todo en la guerra comercial entre Estados Unidos y China y en la perspectiva de una salida del Reino Unido de la Unión Europea sin acuerdo. La introducción de aranceles bilaterales entre Washington y Beijing desde principios de 2018 seguirá arrastrando la actividad y el comercio global en los próximos dos años y ”podría reducir el incremento global del producto interior bruto (PIB) en entre 0,3 y 0,4 puntos porcentuales en 2020 y entre 0,2 y 0,3 en 2021”.

De momento, el organismo calcula que la economía estadounidense crecerá un 2,4 % en 2019 y un 2 % en 2020, cuatro y tres décimas menos que en las previsiones de mayo, y que la china avanzará un 6,1 y un 5,7 %, lo que supone un recorte de una y tres décimas. La posibilidad que el Reino Unido abandone la Unión Europea (UE) sin acuerdo es otro de los factores más desestabilizadores, con costes sobre el comercio y un impacto sobre la economía británica que podría hacer que el país cayera en la recesión.

La OCDE solo revisa de forma detallada en estas perspectivas la situación de los países del G20: mantiene por ejemplo su proyección para 2019 para Francia (+1,3 %) y le quita una décima para 2020 (+1,2 %), mientras que en Alemania el ajuste es de dos y seis décimas (+0,5 % y +0,6 %). No se libran de su pronóstico a la baja otros como México, cuya economía se prevé que crezca un 0,5 % este año (-1,1 puntos) y un 1,5 % en 2020 (-0,5), ni Brasil, con recortes respectivos de seis décimas, hasta el +0,8 % y el 1,7 %.

El impacto de esta coyuntura sombría se deja sentir también en la calidad de vida de los ciudadanos. Las perspectivas de una mejora continuada de los ingresos a medio plazo es más débil que antes de la crisis financiera, y el crecimiento per cápita en los últimos años también se ha mantenido por debajo. La OCDE subraya que la necesidad de políticas macroeconómicas adicionales ha crecido en la mayor parte de economías y concluye que deben aplicarse con urgencia políticas que fortalezcan la confianza, calmen las tensiones comerciales, estimulen la inversión e impulsen el crecimiento potencial.