El candidato opositor Alberto Fernández derrotaría en los comicios de octubre al presidente Mauricio Macri por una ventaja aun mayor que la aplastante diferencia que obtuvo en las primarias de agosto, según las más recientes encuestas difundidas en Argentina.
Los datos se conocen tras las semanas de silencio que mantuvieron muchas consultoras de opinión después de las primarias, para las que muy pocas firmas vaticinaron la abrumadora victoria del peronismo sobre el oficialismo, que aceleró una crisis en el país por la desconfianza de los inversores.
Fernández, que es secundado por la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner en la fórmula presidencial, ganaría los comicios con el 51,5% de los sufragios, contra el 34,9% de Macri, según la empresa Ricardo Rouvier & Asociados.
“Lo que veo es una consolidación del resultado” de las primarias, dijo el analista Julio Burdman, cuya consultora Observatorio Electoral aún está concluyendo sus sondeos de opinión.
El líder opositor lograría el 51,9% de los votos en las elecciones generales de octubre frente al 34% del neoliberal Macri y ganaría la presidencia sin necesidad de un balotaje, de acuerdo con el último sondeo de la consultora Trespuntozero.
Para la firma Clivajes, Fernández alcanzaría el 52,6% de los votos frente al 32,5% de Macri, el candidato preferido por los mercados.
En las primarias, que no definieron candidaturas pero funcionaron como un preciso sondeo para octubre, Fernández logró el 47,78% de los votos frente al 31,79% del presidente Macri, que quedó prácticamente sin chances de lograr la reelección. Si no se contabilizaran los votos en blanco, como sucederá en las generales, los votos de Fernández habrían superado el 49%.
En Argentina, para ganar los comicios en la primera vuelta -sin recurrir a un balotaje- el postulante más votado debe superar el 45% de los votos o lograr más del 40% y una diferencia de 10 puntos porcentuales sobre su seguidor.
En un escenario económico que ya mostraba serios problemas, el resultado de las primarias disparó una severa crisis financiera por los temores a que Macri enfrente un vacío de poder y a que Fernández reinstaure estrictos controles sobre la economía una vez que -si efectivamente gana- asuma, en diciembre.
Los mercados de Argentina habían subido en la sesión previa a las primarias por un exceso de optimismo y, tras conocerse el resultado electoral, muchas firmas encuestadoras recibieron fuertes críticas por errar ampliamente sus pronósticos, alguna llegó incluso a vaticinar una victoria de Macri.
Entre los posibles errores de los sondeos, algunos expertos han señalado la falta de encuestas cara a cara -que son más costosas- para llegar a los barrios más pobres y la dificultad que tienen las encuestas telefónicas para alcanzar a los jóvenes. La clase baja y los jóvenes son los que más se han inclinado por Fernández.
“Es una ciencia que no es exacta. Pero ahora es mucho más difícil para una encuestadora equivocarse. Las Paso (primarias) dan una foto más certera para corregir los datos”, dijo el titular de una encuestadora bajo condición de anonimato.
“En la última semana (previa a las primarias), hubo un vuelco muy fuerte de indecisos hacia Fernández y una caída del Gobierno superior a los 3 puntos. Pero había un clima de opinión favorable para el Gobierno que hacía dudar de los datos positivos para Fernández”, añadió para explicar los desaciertos generales en los sondeos.