Uruguay vive, en los últimos meses, una notoria caída de la inversión y de la generación de empleo. El ministro de Economía uruguayo, Danilo Astori, admitió este miércoles la caída de las cuentas públicas, con un déficit fiscal anualizado en abril que fue de 4,8% del PIB, y apostó por brindar mayores estímulos a inversores y empresarios. La prensa uruguaya acusa al gobierno de apostar por la esperanza de que los resultados comiencen a notarse en el segundo semestre del año, como hace un tiempo se escuchó en Argentina bajo la administración del presidente Mauricio Macri.
El gobierno de Uruguay reconoce que debe trabajar en ambos aspectos para retomar mejores niveles de crecimiento. Brindar mayores estímulos a inversores y empresarios fue el método fijado para cambiar el rumbo. Durante un encuentro organizado por la confederación de cámaras empresariales Somos Uruguay, Astori reconoció, a cuatro meses de las elecciones presidenciales del país, que desde hace años se observa una caída en los niveles de inversión, disminuyendo la generación de empleo.
El ministro recordó las medidas que se implementaron desde hace dos años con el objetivo de estimular la inversión y que ahora se espera que los resultados lleguen en los próximos meses.
“La capacidad que tiene la economía para crear puestos de trabajo es el principal indicador del mercado laboral y tenemos problemas porque en los últimos años esa tasa ha venido cayendo”, admitió el jerarca.
Astori agregó que “las medidas (para fomentar la inversión) seguramente van a rendir sus frutos ya a partir del segundo semestre de 2019”.
Los dichos del jerarca recordaron cierto paralelismo con palabras de Macri, cuando tomó la riendas del gobierno en su país y la recuperación de la economía no venía tan rápido como se proyectaba.
La situación de las finanzas de Uruguay dista de la del vecino país, socio del Mercosur, aunque el equipo económico de gobierno reconoce que en los últimos meses la economía no creció.
Luego de asumir, el mandatario y su equipo mencionaron al “segundo semestre” como la etapa en la que comenzaría la recuperación económica. Sin embargo, Argentina siguió por la senda negativa con malos indicadores económicos, alcanzando una nueva fase de recesión.
En Uruguay, el déficit fiscal anualizado alcanzó su peor registro en más de dos décadas. Este miércoles, Astori hizo mención al rojo de las cuentas públicas. “No se puede ignorar que tenemos un tema fiscal desafiante. Uruguay tiene un desequilibrio alto que hay que combatir; combate con el que estamos totalmente comprometidos”, sostuvo.
Agregó que “muchas veces en el debate público el déficit fiscal aparece asociado al gasto y ser olvida que hay otro factor que influye: los ingresos”. Para mejorarlos se pueden recorrer dos caminos, dijo. “Aumentando los impuestos que no lo vamos a hacer o incrementando el nivel de actividad, algo que estamos convirtiendo en nuestro principal desafío”, afirmó.