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Investigadores de EE.UU. logran retroceso de millonésima de segundo en el tiempo

Martes, 14 de mayo de 2019 - 10:06 UTC
Un computador normal funciona con procesadores binarios en que cada bit se expresa como un uno o un cero Un computador normal funciona con procesadores binarios en que cada bit se expresa como un uno o un cero

La idea que parece sacada de la última película de Marvel, “Avengers Endgame”, en la que los protagonistas retroceden en el tiempo. Eso es lo que hizo un grupo de investigadores que utilizó un computador cuántico para “jugar” con el flujo normal del tiempo, sólo para comprobar que estamos atrapados en su curso normal.

Parte esencial de este trabajo es el uso especial de la tecnología. Un computador normal funciona con procesadores binarios en que cada bit se expresa como un uno o un cero, en cambio, los computadores cuánticos utilizan cúbits que tienen la particularidad de ser ceros o unos al mismo tiempo. Por esto mismo son capaces de realizar miles o millones de cálculos de manera simultánea con la única particularidad de que sólo se puede conocer la respuesta final.

En este experimento se utilizó el computador que IBM tiene a disposición en internet que entrega 5 cúbits, aunque sólo se utilizaron variantes con uno, dos y tres cúbits para lograr esto. Actualmente una de las variantes más potentes de estos equipos que existe en el planeta es el de Google, Bristlecone, que tiene 72 cúbits.

El trabajo consistió en cuatro pasos. El primero de ellos fue preparar estos cúbits en un estado simple inicial, imitando un “átomo artificial”, detalla al diario estadounidense Valerii M. Vinkour, del Laboratorio Nacional de Argonne, que se unió con otro cúbit para que toda modificación se viera reflejada en ambos. Esto está descrito en lo que Albert Einstein denominó como “una acción fantasmal a distancia”.

Así, el equipo luego dispuso una acción: tocar uno de los cúbits con una serie de pulsos de radio de microondas para que pasara de su estado inicial (simple) a uno más complejo. Es en el tercer paso donde se comienza a jugar con el tiempo, ya que los investigadores, tras sólo una millonésima de segundo, detuvieron esta “evolución” y, con otro pulso de microondas, obligaron al cúbit a revertir su fase y alistarlos para volver en el tiempo o “rejuvenecer” a su estado simple inicial.

Para explicar este proceso con un lenguaje más sencillo, Vinkour comenta a The New York Times que “en lenguaje gráfico, convertimos los anillos de expansión del estanque [que se generan con la caída de algún objeto en el agua] en los anillos que están listos para regresar a su origen”. Tras esto, se volvió a dar curso al programa de “evolución”, lo que hizo que los cúbits regresaran a su propio pasado, haciéndose una millonésima de segundo más jóvenes, retrocediendo su estado -y la concepción del tiempo- en una millonésima de segundo.

Similar a lo expresado por Tony Stark en el popular filme en que se debe llevar el tiempo a través del objeto, y no el objeto a través del tiempo, al menos cuando de viajes cuánticos se trata.

Este trabajo se repitió una serie de veces para comprobar su éxito y, de acuerdo a los números entregados por los científicos, se logró “rejuvenecer” los cúbits en un 85% de las veces cuando se utilizaron sólo dos, mientras que cuando se aumentó a tres cúbits la tasa de éxito disminuyó a sólo la mitad de los experimentos.

“Demostramos que hacer retroceder en el tiempo incluso a una sola partícula cuántica es una tarea insalvable para la naturaleza por sí misma”, comenta Vinkour, parte de este equipo que ha sido denominado como los “señores del tiempo”, un juego de nombres que también recuerda de la serie de televisión británica “Doctor Who”.

Según los autores, este cambio se debe a las imperfecciones del computador cuántico y la tendencia de los cúbits a no mantener una sincronía cuando se ven aumentadas las posibilidades, es decir, cuando se suman más alternativas de cambio. Así, el ejemplo de regresar un huevo quebrado a su estado original resulta casi imposible en la actualidad ya que una única partícula ficticia generó estas anomalías, los millones de átomos que contiene un huevo sería un desafío que la tecnología existente no es capaz de resolver, mucho menos viajar en el tiempo como lo hacen los personajes de la película que las última semanas ha acumulado cientos de millones de dólares en la taquilla.