El presidente de Brasil, Jair Bolosnaro, y su homólogo de la FIFA, Gianni Infantino, discutieron este miércoles en una reunión que sostuvieron en Brasilia los preparativos para la Copa América y el Mundial Sub'17, que se celebrarán en Brasil este año. Infantino dijo que el encuentro con Bolsonaro fue cordial y positivo y en él abordaron la importancia social y económica del fútbol en Brasil y en el mundo, entre otros asuntos.
También intercambiaron sus impresiones sobre la Copa América, que se celebrará entre junio y julio, y el Mundial Sub'17, previsto para el próximo octubre después de que la FIFA retirase a Perú como sede para esa competición.
Para Infantino ambos torneos son muy importantes porque permitirán a Brasil estar en el mapa del mundo del fútbol.
En la reunión, que tuvo lugar en el Palacio presidencial de Planalto, también participó el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Rogério Caboclo, quien la víspera asumió el cargo.
El nuevo máximo dirigente de la CBF pidió a Bolsonaro un apoyo meramente institucional para los dos torneos, sin que ello suponga algún tipo de apoyo financiero.
Las competiciones son totalmente costeadas por la Conmebol, en el caso de la Copa América, y por la FIFA, en el caso del Mundial Sub'17. El apoyo es institucional, ítems como seguridad, logística, todo aquello que está dentro de las atribuciones gubernamentales tradicionales, declaró Caboclo.
Asimismo pidió el respaldo de Bolsonaro para atraer otras competiciones al país. Brasil es candidato para recibir el Mundial femenino de 2023, y Río de Janeiro, la ciudad más turística del país, para albergar la final de la Copa Libertadores del próximo año.
Caboclo expresó ante el mandatario su deseo de convertir el fútbol brasileño en un motor económico del país a partir del desarrollo de una sistema profesional de gestión mediante el cual puedan recibir inversiones.
Los clubes necesitan recaudar más y para eso hay que diversificar y optimizar las fuentes de ingreso, acercarse a los clubes europeos y tener a las estrellas más tiempo en Brasil y a disposición de la selección, añadió.
En los últimos años se ha convertido en una práctica habitual que jóvenes estrellas del fútbol brasileño formados en clubes del país fichen por grandes equipos europeos con apenas 18 años.
Uno de los últimos casos fue el extremo Vinicius Junior, quien con apenas una temporada en el primer equipo del Flamengo puso rumbo al Real Madrid en cuanto fue mayor de edad.
El conjunto blanco ha seguido el mismo modus operandi para contratar al atacante Rodrygo, quien, previsiblemente, dejará el Santos el próximo julio, a pesar del deseo de la entidad paulista de retenerlo un tiempo más en sus filas.