Meghan, duquesa de Sussex, debería tener a su primer hijo con el príncipe Harry dentro de este mes o a más tardar el próximo. Y el nacimiento del pequeño no ha estado exento de polémica.
Primero causó ruido la supuesta decisión de la pareja de tener a su primogénito en un hospital de maternidad ubicado cerca de su nuevo hogar en Windsor, en lugar de optar por el ala privada Lindo del hospital St. Mary, donde tradicionalmente han dado a luz las mujeres de la realeza.
Según señalaron fuentes no identificadas a The Sun, los duques de Sussex habrían tomado esa decisión para permitir que Meghan se recupere en un lugar más privado.
Este fin de semana, en tanto, medios británicos publicaron que la ex actriz habría hecho otro desaire a la reina Isabel II, abuela de su esposo, al rechazar atenderse con sus médicos y elegir, en cambio, que un equipo únicamente compuesto por mujeres la atienda durante el parto.
Así, los ginecólogos Alan Farthing y Guy Thorpe-Beeston no ayudarían a traer al mundo al primogénito de Meghan y Harry, tal como lo hicieron con sus primos George, Charlotte y Louis, hijos de William y Kate, duques de Cambridge.
No obstante, según el Daily Mail, los renombrados médicos no pueden ser apartados del todo, por lo que estarán presentes al momento del parto y, en caso de que algo ocurra, ellos intervendrán. Cabe recordar que según publicó The Express, Meghan será tratada como una madre geriátrica, el término que se usa en el Reino Unido para referirse a las mujeres que tienen a su primer hijo después de los 35 años (ella tiene 37).
De acuerdo al Daily Mail, debido a que el niño o niña -aún se desconoce su sexo- no es heredero directo al trono británico, sus padres no deben cumplir con la tradición de posar frente a los fotógrafos con el recién nacido poco después del parto. En este sentido, se espera que haya un breve anuncio del nacimiento y que luego se divulgue una foto del pequeño.