Una pequeña ciudad en Nueva Zembla, de una isla en Rusia, sufrió una inesperada invasión de más de 50 osos polares. La razón radica en el calentamiento global y el deshielo del Ártico, lo que los obliga a pasar más tiempo fuera del hielo para buscar comida. Debido a esto, las autoridades decidieron declarar la zona en estado de emergencia.
Los residentes despertaron con los mamíferos merodeando entre sus viviendas, trabajos y juegos de niños. Según la jefa de la administración local, Aleksandr Minayev, unas 3.000 personas viven en la isla y tienen “miedo de salir a la calle”.
Vivo aquí desde 1983 y nunca vi una invasión tan masiva de osos polares, aseguró en un comunicado el jefe de la administración del archipiélago, Jigancha Mousin.
Hasta el momento han contado 52 osos polares, y han sido vistos buscando comida en vertederos y deambulando por un asentamiento que alberga a varios militares rusos.
Según Minayev, hay casos de comportamiento agresivo de estos animales salvajes: ataques a personas e ingreso a edificios; los residentes se arriesgan a ser multados e incluso encarcelados, si intentan disparar a los osos en peligro de extinción.
Como alternativa a la caza, un equipo de especialistas fue enviado para ofrecer asesoramiento a los residentes. Mientras, los colegios llamaron a las autoridades a considerar medidas de seguridad para proteger a los escolares