Una pequeña ciudad en Nueva Zembla, de una isla en Rusia, sufrió una inesperada invasión de más de 50 osos polares. La razón radica en el calentamiento global y el deshielo del Ártico, lo que los obliga a pasar más tiempo fuera del hielo para buscar comida. Debido a esto, las autoridades decidieron declarar la zona en estado de emergencia.