El Gobierno de EE.UU. acusó este lunes al gigante tecnológico chino Huawei de cometer fraude bancario al violar presuntamente las sanciones a Irán y del robo de secretos comerciales a un rival estadounidense, al tiempo que confirmó su petición de extradición de una de sus ejecutivas.
En una demanda penal presentada ante un tribunal de Brooklyn, en Nueva York, el Departamento de Justicia acusó a Huawei, dos compañías afiliadas y a su directora financiera, Meng Wanzhou, de trece cargos de fraude y conspiración para saltarse las sanciones a Irán.
Huawei Technologies Co., el mayor fabricante de teléfonos inteligentes de China, ha sido objeto de una amplia investigación por parte de las autoridades estadounidenses, que en diciembre pasado pidieron a la Justicia de Canadá la detención de Meng Wanzhou. Este lunes, Washington confirmó que está buscando la extradición de la ejecutiva, que permanece en libertad bajo fianza en el país vecino, y cuyo caso ha generado una fuerte tensión entre EE.UU., China y Canadá.
Según las autoridades estadounidenses, Huawei y sus filiales, con plena participación de sus ejecutivos, actuaron de forma fraudulenta, cometiendo toda una serie de delitos como fraude bancario, violación de sanciones, blanqueo de dinero y obstrucción de la Justicia.
Durante más de una década, Huawei usó una estrategia de mentira y engaño para manejar y hacer crecer su negocio, señaló en un comunicado el fiscal del distrito de Brooklyn, Richard P.
Donoghue. EE.UU. acusa a la firma china de crear todo un sistema para violar las sanciones contra Irán, utilizando una empresa llamada Skycom, de la que aseguraba haberse separado pero que seguía funcionando en la práctica como una filial en el país persa.
La acusación incluye específicamente a Meng como parte de esa trama y la responsabiliza de engañar repetidamente a bancos estadounidenses sobre la relación entre Huawei y Skycom.
En otro caso separado, EE.UU. acusó a la empresa china de robar secretos comerciales a T-Mobile, en concreto de hacerse con una tecnología utilizada por esa compañía para hacer controles de calidad en teléfonos celulares. El director del FBI, Christopher Wray, destacó que Huawei ha mostrado un descarado desprecio por las leyes estadounidenses y aseguró que la empresa supone una doble amenaza, tanto en materia de seguridad nacional como económica.
El gigante chino llevaba tiempo en el punto de mira del Gobierno de EE.UU., que en la práctica ha prohibido a la compañía que instale sus equipos de telecomunicación en importantes redes estadounidenses ante el temor de que podrían utilizarse para espiar. Las acusaciones de hoy llegan en medio de una crisis entre Washington y Beijing, agravada tras la detención en diciembre de Meng en Canadá. La pasada semana, el Gobierno chino urgió a EE.UU. a no formalizar la petición de extradición de la directiva y pidió a Canadá su liberación inmediata.
La controversia ha continuado en los últimos días, cuando el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, reemplazó al embajador de Canadá en China, John McCallum, después que el diplomático hiciera unas controvertidas declaraciones sobre el caso. McCallum había dado a entender que Meng, detenida en Canadá el pasado 1 de diciembre, tiene muchas posibilidades de evitar su extradición a Estados Unidos. Entre las razones expuestas, el diplomático citó unas declaraciones de Trump, en las que sugirió que utilizaría el caso con el fin de presionar en las negociaciones comerciales con China, lo que podría dificultar que la Justicia canadiense accediera a su entrega a EE.UU.