Bolivianos disgustados con el fallo del Tribunal Superior Electoral (TSE) que habilita una nueva postulación de Evo Morales a la presidencia en contradicción con el texto constitucional y el voto popular en el referéndum del 21 de febrero de 2016 marcharon en la mayoría de las grandes ciudades del país el jueves.
La decisión del TSE habilitó a Morales y al vicepresidente Álvaro García Linera para competir en elecciones primarias por el Movimiento Al Socialismo (MAS) en enero.
Esto es Bolivia, no Venezuela, cantaron en la puerta del TSE miles de manifestantes que quemaron un muñeco que representaba a Morales y denunciaron el establecimiento de una dictadura de facto en el país.
Esto fue en coincidencia con Amparo Carvajal, presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia, quien sostuvo que el tribunal ha traicionado a los bolivianos al permitir que el presidente se postule para un cuarto mandato y aseguró que el país vive en una dictadura.
”¿Qué autoridad tienen estos señores (del TSE) para votar si, como en una dictadura, habrá otro cuerpo que dirá 'no, aquí está lo que quiero'?, agregó Carvajal.
Desde las primeras horas de la mañana, los manifestantes instalaron barricadas en Santa Cruz y La Paz, seguidas de una huelga general y un creciente temor a disturbios, que luego fueron conttolados por la policía.
La situación estauvo comparativamente más tranquila en La Paz, donde las calles estaban cubiertas de personas y banderas.
Pero la huelga fue abrumadora, especialmente en el centro de Santa Cruz, donde se colocaron cientos de barricadas.
Mientras tanto, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, minimizó los hechos y dijo que todo fue una movilización política, sin duda, que supuestamente ha pedido una huelga nacional, pero en realidad estamos en presencia de una movilización política”.