Por Fabian Picardo (*) Gibraltar nunca cederá su soberanía británica, pero deseamos mantener una relación amistosa con España, algo que debería ser recíproco. Por tanto, creo firmemente que abandonar la Unión Europea de forma abrupta después de 46 años de membresía no es una buena idea.
Existen circunstancias en las que podría ser inevitable no lograr un Acuerdo de Retirada. Pero el acuerdo que tenemos sobre la mesa, por muy imperfecto que sea, es el mejor para todos .
Muchos ciudadanos británicos ejercen su derecho comunitario de vivir en España y venir a trabajar a Gibraltar todos los días, y otros se trasladan en el sentido contrario. Una salida sin acuerdo tendría enormes consecuencias en sus vidas cotidianas, en lo relativo a los pagos a la seguridad social, la sanidad, el intercambio de datos y otros muchos aspectos.
Nuestro principal mercado es el Reino Unido, pero también vendemos nuestros servicios al mercado único de la Unión Europea. El acuerdo de May nos garantiza el acceso a este mercado durante el mismo periodo que el resto del Reino Unido y protege los derechos de los trabajadores transfronterizos y la libertad de movimiento.
Su acuerdo también rechaza los recientes intentos de España de excluirnos de los futuros acuerdos comerciales entre el Reino Unido y la UE. May se mantuvo firme e insistió en que negociará los acuerdos futuros para el Reino Unido en su totalidad. Por tanto, es necesario tener en cuenta que cualquier replanteamiento del Acuerdo de Retirada podría poner en peligro ese importante logro por parte del Reino Unido.
No cabe duda de que una salida sin acuerdo sería mejor que un mal acuerdo que no protegiera la soberanía de Gibraltar o nuestros intereses económicos. Pero este acuerdo protege la soberanía británica de Gibraltar, así como nuestros intereses económicos actuales y futuros.
Así, este acuerdo es mucho mejor para Gibraltar que una hipotética salida sin acuerdo.
Por todos estos motivos, en lo que respecta a Gibraltar, el acuerdo propuesto por May funciona, porque protege nuestros intereses en el marco del proceso de salida y nuestros intereses en las futuras negociaciones. Así, si yo estuviera presente en la Cámara de los Comunes el próximo martes en calidad de diputado por Gibraltar, usaría mi voto para apoyar el acuerdo de May.
No es perfecto, pero los compromisos siempre son imperfectos. La naturaleza de los acuerdos es que son compromisos, y los que no se conforman con menos de todo lo que quieren suelen acabar por no lograr nada de lo que desean.
No obstante, como Gibraltar no tiene derecho a voto en la Cámara de los Comunes, insto a todos los miembros del Parlamento que son amigos de Gibraltar a pensar en estos hechos, a reflexionar sobre qué conllevaría para Gibraltar optar por la alternativa y a votar a favor del acuerdo de Brexit que la Primera Ministra ha logrado para toda la familia británica. La realidad es que, independientemente de sus intenciones, los que voten en contra de este acuerdo con miras a lograr una salida sin acuerdo no están ayudando a Gibraltar.
(*) Ministro Principal de Gibraltar
Artículo publicado en la edición de The Times del 5 de diciembre