El presidente colombiano, Iván Duque, anunció que su país interrumpirá todas las relaciones diplomáticas con Venezuela a partir de enero del próximo año cuando Nicolás Naduro, a quien considera un dictador, comience un nuevo mandato consecutivo como jefe de estado.
No haremos la pantomima de mantener relaciones diplomáticas, dijo Duque en referencia al supuesto apoyo de Venezuela al grupo terrorista del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que opera en Colombia. En su opinión, Venezuela viola la Resolución 1373 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas referida al terrorismo.
El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, ha negado cualquier asociación con el ELN. Y los líderes del ELN han minimizado la supuesta conexión entre su organización y el gobierno de Caracas, calificándolo de otro mito de Washington.
La participación del régimen de Maduro en violaciones de derechos humanos ha sido un tema constante en la región. En julio pasado, los gobiernos de Argentina, Chile, Colombia, Paraguay, Perú y Canadá solicitaron a la Corte Penal Internacional (CPI) que investigue esos delitos en Venezuela desde el 12 de abril de 2014.
Las autoridades venezolanas afirman que las más de 100 muertes registradas desde esa fecha son el resultado de una oposición antigubernamental organizada y financiada.
Otros países que degradarán sus vínculos diplomáticos con Venezuela después de la reelección fraudulenta de Maduro incluyen el Grupo de Lima (Argentina, Brasil, Canadá, Chile Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, México, Panamá Paraguay, Perú y Santa Lucía) y países de Europa como España, Alemania e Inglaterra.