Trotamundos, fotógrafo y escalador “no profesional”. Bernardo Giménez, de 44 años, se gana la vida “apretando algunos botones”, según cuenta la biografía de su Instagram. Bernardo se encuentra rodando su primer largometraje como director de fotografía, una posición “aliviante” para él debido a las extenuantes jornadas que tuvo el pasado año con el rodaje del premiado cortometraje documental, Silence.
Su pasión por la fotografía empezó cuando le “robaba” la cámara a su padre en Mendoza, Argentina. Sin embargo, no fue hasta sus veinte años cuando se compró su primera cámara réflex. Bernardo comenzó su carrera trabajando para un periódico a inicios de los 2000.
Desde Smithson Rocks, en el estado de Oregón, Bernardo habla cansado y satisfecho después de una de las jornadas más duras del rodaje que se encuentra filmando. “Nunca escalo cuando trabajo, me traje los gatos (zapatillas especiales de escalada), pero solo he hecho una vía desde que llegué”, cuenta, ya que intenta no combinar ambas actividades para enfocarse en lo que hace. Bernardo ha dicho anteriormente que hacer fotos o video le exige mucha atención, mientras que para la escalada elige disfrutar y “pasarlo bien”.
Su pasión por los deportes de montaña nacida en los Andes argentinos lo llevaron más adelante a trabajar y viajar haciendo fotografías para promocionar productos de marcas, dándole el privilegio de trabajar con los mejores escaladores del mundo y marcas entre las cuales cuentan gigantes como The North Face, Red Bull o Black Diamond. Sin embargo, el fotógrafo puede sentirse más orgulloso aún de haber filmado algunos de los momentos más memorables de la historia de la escalada, como su reciente cortometraje documental Silence rodado en Noruega, mostrando al escalador checo Adam Ondra “encadenando” (realizando por completo) la ruta de escalada en roca más difícil del mundo.
Para este fotógrafo profesional de actividades al aire libre el fotoperiodismo y el mirar fotografía clásica es mucho más útil que mirar trabajos de otros fotógrafos outdoor para mejorar la técnica. Es con ese enfoque con el que se encuentra trabajando desde hace un año en un libro fotográfico con Ondra, el cual estaría a la venta en navidad del 2019.
Pregunta: ¿Que haces cuando no estás fotografiando, esquiando o escalando?
Bernardo Giménez: ”No creo que hago otra cosa (risas). Siempre estoy haciendo alguna de esas tres o estoy andando en bici. Si no hago ninguna de esas cosas estoy en casa tomando mate, no sé. Hay épocas en las que hay menos trabajo, pero en esas épocas prefiero estar haciendo mis cosas. Para esquiar, escalar, andar en bici... tampoco es que me guste estar mucho tiempo trabajando.
Cuando hay trabajo lo hago, trabajo a full y luego me tomo a veces hasta un año libre.
Normalmente guardo suficiente dinero para estar un año tranqui. Ando por ahí o estoy cerca de casa.
P: ¿Ese año libre lo pasas en España o te mueves aunque no tengas un trabajo?
BG: Lo paso viajando por ahí, estoy cerca de casa o vivo mucho en la furgo (furgoneta). Mi casa ahora está en los Pirineos entonces tampoco tengo que moverme mucho, tengo todo lo que necesito por ahí.
P: ¿Disfrutas más fotografiando o rodando algo audiovisual? ¿Cómo ha afectado tu flujo de trabajo trabajar más en lo audiovisual los últimos años?
BG: Lo audiovisual ha sido una consecuencia de lo que la gente quiere. Bueno, lo que la gente quiere se refleja en lo que las compañías o las empresas quieren. Yo disfruto mas fotografiando. La parte de video es disfrutable, pero la parte de pasarse semanas detrás de la computadora editando no me gusta mucho. Lleva mucho más tiempo.
Por lo menos en esta película (la cual se encuentra rodando para Black Diamond que incluye rodajes en Estados Unidos y Chile), en vez de ser el director de la película estoy actuando como director de fotografía y cámara, pero no voy a dirigir ni editar. Básicamente tenemos un grupo de gente con el que trabajamos con lo que sale, a lo documental. No hay un director en este proyecto.
Ahora solo estoy agarrando la cámara cuando tengo que estar colgado o trabajando con cuerdas, ya que hay otro cámara pero no se maneja muy bien con el equipo de seguridad. Yo estoy trabajando como director de fotografía y básicamente dirijo el encuadre.
P: ¿De qué se trata este nuevo proyecto?
BG: Tiene un poco de todo. Este viaje que dura un mes; tres semanas en Estados Unidos y una en Chile, se pretende sacar una película de unos 40 minutos, un documental del viaje. Saldrán unos episodios al estilo de videovlogs editados por otra gente, nosotros sólo enviamos el material.
P: ¿Que fotógrafo miras en libros y cuales en Instagram?
BG: A mi me gustan mucho los clásicos, que si Cartier-Bresson. La verdad es que los fotografos de outdoors no me llaman mucho la atención. Su trabajo es muy prolijo y bonito, pero no me llama la atención a pesar de que yo hago eso. Por ahí yo hago esa fotografía para mí
P: Y esa fotografía más documental-clásica es la que compartes en tus redes sociales. Es algo que te marco de tu época como fotoperiodista, ¿verdad?
BG: Si, en realidad de ahí parte mi amor por la fotografía. Pero como siempre salió mi amor por la montaña también, al final para poder vivir de la fotografía se dió así. Me decía en ese momento: Sé hacer fotos y sé como moverme en la montaña. Era como un combo que en ese momento era muy facil de promocionar porque no habían cámaras digitales y la gente intentaba hacer diapos y hacían cuatro rollos pero abandonaban porque les salía como el culo, entonces había muy poca competencia.
Sigo a algunos por Instagram como Jimmy Chin y están buenos, pero a mi no me vuelan la cabeza. No sé, es como si todo estuviera muy perfecto. Me vuelan la cabeza cosas más creativas y conceptuales.
P: ¿Y cómo haces para que haya un equilibrio entre lo comercial y lo conceptual en tus trabajos?
BG: Eso está muy difícil. Cuando hago, por ejemplo, una campaña para un producto nuevo no puedo hacer todo lo que quiero. Intento mantener un estilo un tanto fotoperiodistico pero tampoco se me puede ir mucho la cosa para lo que yo quiero hacer, tengp que tener en cuenta lo que el cliente quiere también. El objetivo es llegar a gente que no necesariamente entienda de fotoperiodismo. Si le mostrás a la gente normal, de a pié un trabajo de un fotoperiodista que a mi me llame mucho la atencion probablemente piensen que es una mierda. Una foto de unos postes y unos cables, la gente puede pensar que es una porquería. Cuando te metes en el tema comercial tienes que buscar un equilibrio.
Por eso estoy tan motivado con el tema del libro. Con Adam (Ondra) tengo luz verde para hacer. Si bien no puedo hacer totalmente lo que quiera porque no venderíamos ni un libro, puedo poner un poquito mi visión de las cosas. Habrán estas cuestiones bonitas de escalada pero también puedo incluir algunas cosas un poquito mas raras.
P:¿Consejo para alguien que se quiera iniciar en fotografía o vídeo de escalada o montaña?
BG: Primero, primero, primero, siempre cobrar por lo que estás haciendo porque hay mucha gente que esta trabajando gratis. Si no cobrás por lo que hacés en realidad estás tirando tu trabajo al suelo. Primero que todo cobrar, aunque sea un poco, pero cobrar. Nunca regalar un trabajo por tener un crédito.
Y después mirar muchas fotografías. Mirar, mirar, mirar, mirar. No tener miedo de copiar. Al final, el estilo de cada persona es un montón de copias; un pedacito de copia de esto, un pedacito de esto otro, y no sólo mirar a los fotógrafos de outdoors, creo que donde se aprende realmente es en los clásicos. La visión que tienen los retratistas, los paisajistas, los fotoperiodistas... De ahí viene todo el conocimiento. Si quisieras ser un músico de rock tenías que haber escuchado mucha música clásica.
Puedes ver el trabajo de Bernardo Giménez aquí.