Irlanda se dispone a abrir otro capítulo de su historia más oscura, después que el Gobierno haya autorizado la exhumación de un gran número de esqueletos humanos, la mayoría de bebés, hallados en 2014 en una fosa común de un centro de acogida de madres solteras regentado por monjas.
El primer ministro irlandés, el demócrata cristiano Leo Varadkar, dio a conocer detalles de un proyecto de ley que permitirá a expertos forenses examinar las cámaras subterráneas del centro de Tuam, en el condado de Galway (oeste), en funcionamiento como casa de acogida de las Hermanas del Buen Socorro entre 1925 y 1961.
Cuando la nueva legislación reciba el visto bueno del Parlamento irlandés, su principal objetivo será recuperar los restos humanos y, en la medida de lo posible, tratar de identificarlos para darles, después, un descanso digno, según indicó la titular de la cartera de Infancia, la diputada independiente Catherine Zappone.
No estoy seguro de que sepamos en qué nos estamos metiendo, pero es la decisión correcta, declaró Varadkar, quien ya abordó el pasado mayo otro escándalo de adopciones ilegales detectadas en agencias estatales y religiosas que podría afectar a miles de irlandeses. El taoiseach (primer ministro) explicó que la excavación forense podría costar entre seis y doce millones de euros, mientras que las Hermanas del Buen Socorro, al cargo del centro de Tuam, han ofrecido 2,5 millones de euros para ayudar a financiar el proyecto.
En este sentido, Zappone advirtió que esa contribución de las monjas no será considerada como un pago de compensación para las víctimas, dejando entrever que la orden religiosa deberá hacer frente a indemnizaciones en el futuro. La ministra aseguró que lo sucedido en Tuam forma parte de un patrón de injusticia que será imposible de superar si no reconocemos la responsabilidad de la Iglesia, las órdenes religiosas, el Estado y la sociedad en general.
El Gobierno de Dublín estableció en 2014 la llamada Comisión sobre Madres y Bebés para aclarar este asunto, después de que se denunciara la existencia de 800 esqueletos de niños en una fosa del centro de las Hermanas del Buen Socorro en Tuam. Tres años después, la comisión confirmó el hallazgo de un gran número de restos humanos, de edades comprendidas entre las 35 semanas de gestación y los dos y tres años, en al menos 17 de las veinte cámaras subterráneas examinadas de manera preliminar.
Desde que se constató que ese lugar contiene restos de niños he trabajado para asegurar que actuaremos de la manera más apropiada. Quiero dejar claro que no se escatimarán esfuerzos para localizar y recuperar todos los restos, dijo Zappone, quien describió el proyecto de excavación forense como un trabajo sin precedentes.
El caso de Tuam salió a la luz cuando un estudio de la historiadora local Catherine Corless descubrió certificados de defunción que sugerían que casi 800 niños yacían en el espacio que ocupaba un tanque séptico del edificio del centro de acogida, conocido como El Hogar”. Según esa experta, la mortalidad infantil en esos lugares llegó a ser de entre el 30 y el 50% durante las décadas de 1930 y 1940 como consecuencia de las duras condiciones de vida y la negligencia de las religiosas.
Ante las sospechas de que puede haber más casos como este, las pesquisas de la comisión se han extendido a otras instituciones de monjas del país y el Gobierno no ha descartado la implicación de la Policía irlandesa (Garda) si se hallan indicios que se cometieron delitos. En 2013, otra investigación oficial reveló el comportamiento de las monjas católicas en las llamadas Lavanderías de la Madgalena, donde entre 1922 y 1996 miles de internas trabajaron en un régimen de semi-esclavitud y abusos. Este año, Varadkar volvió a pedir perdón en nombre del Estado por el escándalo de las adopciones ilegales, lo que abrió, lamentó, otro capítulo de la ”historia más oscura de Irlanda.