Este miércoles Amnistía Internacional (AI) instó a las autoridades brasileñas a dar una respuesta adecuada frente al creciente número de episodios violentos registrados durante la actual campaña electoral, la más polarizada en las tres últimas décadas en Brasil. De acuerdo con organismos independientes, en las últimas semanas han sido registrados en Brasil al menos 70 casos de agresiones por motivos electorales
Bolsonaro, el candidato más votado en la primera vuelta de las presidenciales con el 46% de los votos y el favorito en los sondeos de intención de voto para la segunda vuelta con el 59%, se medirá el 28 de octubre en el balotaje al socialista Fernando Haddad, el sucesor del encarcelado ex presidente Lula da Silva, que obtuvo el 29% de los votos y tiene el 41% del favoritismo.
De acuerdo con Amnistía Internacional, lo más preocupante de la violencia electoral en Brasil es que algunos de los episodios, además de disputas por opiniones políticas, pueden ser crímenes de odio motivados por prejuicios raciales, de género y de opción sexual.
Amnistía Internacional ve con preocupación el aumento de episodios de violencia durante el período electoral relatados en diferentes ciudades de Brasil tanto por la prensa como por redes sociales y portales creados para recolectar informaciones de violencia en el contexto electoral, aseguró la organización de defensa de los derechos humanos en su comunicado. La organización instó en su nota a las autoridades brasileñas a actuar con celeridad para garantizar que los casos de ataques y agresiones en el contexto electoral sean investigados de forma rápida, independiente e imparcial, y que los responsables sean llevados a la Justicia.
Agregó que las investigaciones tienen que considerar la posibilidad que las agresiones puedan ser crímenes de odio motivados por la identificación real o errónea de la víctima con determinado grupo u opinión política. Es responsabilidad de las autoridades adoptar medidas para prevenir, investigar y sancionar crímenes de odio cometidos por cualquier persona, especialmente los ocurridos en un contexto de creciente intolerancia a las diferencias y opiniones políticas en el período electoral, aseguró la directora ejecutiva de Amnistía Internacional en Brasil, Jurema Werneck, citada en la nota.
Amnistía Internacional también alertó que algunos candidatos en las pasadas elecciones legislativas y regionales dieron declaraciones que pueden fomentar el contexto de intolerancia. En este preocupante escenario de creciente intolerancia y polarización que vivimos hoy en el país, es importante recordar a las autoridades los compromisos de defensa de los derechos humanos asumidos por Brasil internacionalmente. En este momento las autoridades no pueden esquivar su deber de combatir la incitación al odio y a la discriminación, agregó Werneck.