Europa está viviendo un verano más caliente de lo habitual, con temperaturas que no se registraban desde hace 260 años, lo que pone a riesgo a pobladores de ciudades sin estructuras para una oleada tropical.
El caso más crítico se vive en Grecia, donde las condiciones de sequía y calor contribuyeron a unos fuegos forestales que se teme puedan acabar con la vida de un centenar de personas y capaz de dejar a varias villas convertidas en cenizas.
En Estocolmo, por ejemplo, no hay marcas como las actuales desde 1756, por lo que este julio es considerado el más caliente de la historia. En Suecia también están lidiando con fuegos forestales, producto de las altas temperaturas, un engendro del cambio climático y el efecto invernadero. Las temperaturas que superan los 30 grados Celsius, cuando usualmente rondan el rango de los 23.
Actualmente se combaten 27 incendios, con más de 25.000 hectáreas quemadas en los condados de Gavleborg, Jamtland y Dalarna, así como otros del oeste de la vecina Noruega, donde ya se registró la muerte de un bombero la semana pasada.
En tanto, desde la Met Office -oficina meteorológica británica- alertaron que entre jueves y viernes las temperaturas subirán aún más en el suroeste de Londres, además de otros puntos como Essex, Kent, East Anglia y Linconlshire, y advierte a la población para que tome recaudos.
El último récord de Reino Unido fue de 38,5 grados cerca de Faversham, en Kent, en 2003. Sin embargo, existe un 20% de probabilidades de que la cifra sea superada este viernes.
En tanto, este miércoles las autoridades parisinas se pusieron en guardia ante lo que anuncia el pronóstico meteorológico para las próximas horas: alto smog y temperaturas de entre 32 y 34 grados. Se espera un nuevo pico para el viernes. La ola de calor, como lo llaman en Francia los episodios de calor extremo, crecerá hasta el viernes, advierte el Servicio Meteorológico Nacional, que proyecta marcas que pueden llegar a 37 grados.
La comuna de París tiene una aplicación que permite identificar en un mapa a través de los teléfonos celulares las áreas más frescas de la ciudad, como parques, plazas y hasta conventos, que se mantendrán abiertas día y noche.
Pero en París, a las altas temperaturas se agrega un alerta de smog. Para hoy se decretó el bloqueo del tránsito para los coches más contaminantes (principalmente los registrados antes de 1997) y medidas de restricción en el transporte público.
El alerta también incluye zonas de Alemania, que esperan hasta 36 grados como en Lingen en la Baja Sajonia y que irán en aumento hacia el fin de semana. En Hamburgo hay temperaturas de 34 grados, así como en Dusseldorf y Mannheim, mientras que en Colonia el calor ha alcanzado los 35 grados. Se trata de ciudades que no están preparadas temperaturas tropicales, como ocurre en Escandinavia.
Tanto calor incluso afecta a los vuelos en Europa, pues en varias pistas de aterrizaje se ha detectado grietas en el asfalto, lo que llevó a reparaciones de urgencia. El aeropuerto de Hannover, por ejemplo, cerró temporalmente ayer su pista de aterrizaje.